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  • Colprensa

lunes, 27 de enero de 2014

La Ley de Garantías electorales entró a regir a las cero horas del pasado sábado 25 de enero. Una vez el presidente de la República, Juan Manuel Santos, inscriba oficialmente su candidatura, empezará la campaña en forma. Esto incluye que aunque no puede inaugurar obras, ya se podrá subir en tarima, dar a conocer su propuesta de campaña y buscar adeptos.

En entrevista, la procuradora delegada para asuntos electorales, María Eugenia Carreño Gómez, señaló que el Presidente-candidato no puede hacer menciones a otros candidatos cuando esté en eventos propios de Jefe de Estado.

Igualmente, les está estrictamente prohibido a los ministros y demás funcionarios del Gabinete que en las actividades propias de sus funciones, hagan llamados a la ciudadanía que se puedan entender como una invitación a votar por el Presidente-candidato. La Procuraduría está presta a recibir quejas por incumplimiento a la norma.

¿Hay alguna modalidad de contratación que no quede congelada con la entrada en vigencia de la Ley?
A partir del 25 de enero quedó congelada cualquier modalidad de celebración de contratos bajo la modalidad de contratación directa y la nómina oficial. No pueden existir vinculaciones en la planta del personal de las entidades de la Rama Ejecutiva del orden nacional. Estamos hablando de Ministerios, Superintendencias, establecimientos públicos del orden nacional, salvo los eventos de renuncia, de muerte y de provisión por carrera administrativa. Esas son las tres únicas excepciones.

¿El Presidente ya puede hacer campaña como candidato?
Como quiera que el señor Presidente ya manifestó su intención de reelegirse, puede empezar a hacer campaña presidencial una vez se inscriba oficialmente como candidato a la Presidencia.

Y eso no lo ha hecho…
No. Hizo una manifestación de la intención, no ha hecho el acto de inscripción como tal. Pensamos que una vez llegue de su visita por Europa lo primero que hará es inscribirse y luego sí puede empezar su campaña presidencial, con las restricciones de la Ley. La intención de la Procuraduría además de hablar de las restricciones es hablar de la posibilidad que tiene ya el Presidente de hacer actos proselitistas. Una vez inscrito, comienza en forma la campaña.

¿Qué puede hacer?
Puede hacer actos tendientes a poner en conocimiento su proyecto político, puede hacer actos de naturaleza proselitista tendientes a ganar adeptos, es decir, ya puede empezar si se quiere la campaña del Presidente-candidato y subirse a una tarima, hacer discursos de naturaleza proselitista.

¿Y qué no puede hacer?
No puede en estos eventos utilizar bienes del Estado, salvo los destinados a su seguridad personal y en eso están incluidos sus medios de transporte, su avión, su esquema de seguridad para los desplazamientos. Pero no puede hacer estos actos proselitistas, por ejemplo, en presencia de sus ministros, del Gabinete. Lo que busca la Ley de Garantías es que se dedique a la actividad proselitista como lo haría cualquier otro candidato a la Presidencia de la República.

¿Qué pasa con las obras y las inauguraciones?
La Ley de Garantías establece prohibiciones como la no asistencia a eventos inaugurales de obras públicas, es apenas natural. Se mantiene la prohibición para que, como Jefe de Estado y como Jefe de Gobierno, no se refiera a otros candidatos. Esto es muy importante porque implica que el Presidente de la República tiene que cumplir su rol y en escenarios en los que esté como Jefe de Estado, no se puede referir a un candidato.

¿Cuál sería la recomendación al Pesidente-candidato en estos casos?
Cuando tenga puesta la camiseta de candidato-presidente, cuando esté en un evento de tarima, en el fervor de la asistencia de posibles electores, en esos escenarios se puede hablar de los candidatos. En otros escenarios que tengan todas las características de ser eventos como Jefe de Estado, la ley de garantías establece que no pueden ser utilizados para mencionar candidatos.

En estos días un ministro, en la entrega de una obra pública, decía algo parecido a que esa era la razón por la que había que continuar con este programa de Gobierno.

¿Qué pasa con este tipo de manifestaciones?
Los actos proselitistas del señor Presidente de la República ya quedaron abiertos, pero los funcionarios públicos no pueden hacer actos proselitistas y ese llamado va precisamente para los ministros, va para el Gabinete, para todos los servidores públicos.

Pero es difícil que un ministro no entregue una obra y no diga algo como “vamos a continuar en la misma dirección”, porque también debe defender su gestión de Gobierno….
Prohibición es prohibición, limitación es limitación. Cuando hablamos de Ley de Garantías Electorales debemos verla en sentido restringido y no a medias y por eso la Procuraduría siempre ha sido de una interpretación restrictiva de la Ley, sobre todo para los funcionarios públicos y no tanto para el Presidente porque ya es muy claro lo que puede y no puede hacer. La restricción es para los funcionarios públicos que no pueden ser instrumentalizados para el ejercicio de la función pública, no se puede utilizar la entrega de una obra para hacer mensajes o insinuaciones, eso sería muy grave en un ministro.

Hablando de elecciones parlamentarias que son las que vienen primero, ¿cómo se están blindado para garantizar la transparencia?
Estamos tratando de hacer pedagogía en materia electoral, incluso con los mismos electores, en foros y charlas que hemos hecho por todo el país. Hemos hecho llamados a que nos desprendamos de todas estas viejas prácticas demagógicas, clientelistas que hacen que la democracia se marchite. Puede parecer absurdo en nuestros tiempos que le digamos al elector que no se deje comprar, que vote en conciencia, pero nuestro deber es hacer ese llamado pedagógico. Votemos en conciencia, hagamos una cultura de legalidad.

¿Y frente a los candidatos?
Nuestro llamado pedagógico es que se hagan presentaciones de proyectos en los cuales el país se enriquezca en materia legislativa, que dejemos atrás todas esas viejas maquinarias y clientelismo, todo lo que corroe la democracia y que tiene el sistema político escogido por los colombianos en un nivel de impopularidad por parte de los ciudadanos. La imagen del Congreso es lamentable frente a la ciudadanía, luego, así parezca un discurso muy ilusorio, lo hacemos y lo reiteramos.

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