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  • Ana María Bedoya Jiménez

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Mientras en terceros países como Noruega y Cuba se abren espacios de conciliación entre el Gobierno y las Farc, para que lleven a la terminación de la guerra, en territorio nacional la dinámica del conflicto sigue intacta e intensificándose en varias zonas del país.

De acuerdo con Camilo Fajardo, profesor de ciencia política del Politécnico Grancolombiano, para el Gobierno Santos, negociar en medio del conflicto obedece a una estrategia política que le permitiría salir ileso en el caso de que las negociaciones fracasen.

“Después del fracaso de las negociaciones del Cagüán, donde se brindaron por parte del Estado garantías para que la insurgencia se fortaleciera militarmente, la opinión pública no solo no está dispuesta a permitir zonas de despeje sino a la vez no estaría dispuesta a tolerar ventajas estratégicas como preámbulo a la negociación”, enfatizó.

En palabras del presidente Santos, nada se habrá perdido si las negociaciones fracasan, pues la fuerza pública no habrá retrocedido y a la vez el capital político del santismo seguirá intacto.

“Es claro que no se le puede exigir a la guerrilla que deje las armas como condición previa de participación en una mesa de negociación. Las Farc, a diferencia de lo que sucedió con ETA en España, no son un ejército revolucionario que ha sido vencido militarmente, por eso su fortaleza en la mesa de negociación depende de la capaidad de violencia y desequilibrio que tienen”, agregó.

De esta forma afirmó que por eso han repetido continuamente que no están interesados en una rendición, sino en una verdadera negociación, donde sean reconocidos como adversarios políticos significativos, y “lastimosamente eso se logra a través de éxitos en el campo de batalla”, dijo.

Es por eso que desde que el Gobierno Nacional anunció el comienzo de los diálogos, las Farc han intensificado sus acciones en varias regiones del país, entre ellas, en el Chocó donde la guerrilla convocó a un paro armado, lo que ha significado una grave afectación en el transporte hacia la zona.

Al respecto, el minsitro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, hizo un llamado a la ciudadanía para que no se deje amedrentar por el paro armado y agregó que la fuerza pública tomará medidas.

Pinzón recalcó que no se le debe prestar atención a los ataques de la guerrilla “que buscan desestabilizar la confianza en el Gobierno, a pocos días de que se instale formalmente la mesa de diálogo en La Habana, Cuba”.

Así mismo, Simón Gaviria, director del Partido Liberal, aseguró que “no vamos a tolerar que las Farc sí quiera intenten imponer su ley del miedo. Tanto el Ejército como la Policía han demostrado con resultados que independiente de los diálogos de paz, siguen adelantando operativos contra la guerrilla y las bandas criminales”, dijo.

También, la mesa directiva del Congreso rechazó el aplazamiento del segundo encuentro para los diálogos de paz.

“Si no hay seriedad, yo le recomiendo al Presidente que se levante de la mesa de negociación”, sentenció el presidente de la Cámara, Augusto Posada, que también aseguró que ve pesimismo el aplazamiento de las negociaciones.

Para Fabio Sanchez, profesor de negocios internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, es muy critico lo que está ocurriendo en varias regiones del país, sin embargo, no es nada nuevo porque mientras exista una lucha, los grupos armados al margen de la ley van a continuar atacando para demostrar que son fuertes independientemente que se estén adelantando negociaciones de paz.

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