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  • Teresita Celis

viernes, 2 de noviembre de 2012

Un año después de la tragedia del barrio Cervantes que se cumple este lunes 5 de noviembre, en la que murieron 48 personas, no hay aún certeza de posibles responsables ni de cuál fue la verdadera causa que originó el desprendimiento de una ladera en uno de los sectores más tradicionales de Manizales.

Cuando la ciudad apenas empezabas a recuperarse de 17 días sin agua, pasadas las seis de la mañana de ese sábado vino el desastre. Todavía está en la mente la imagen de un chorro de agua que salía por un tubo y de un gigantesco alud de tierra que cubría casas con sus habitantes que a esa hora dormían. Un año después, la Fiscalía sigue un proceso de investigación preliminar penal y disciplinario del caso, sin tener aún resultados concretos de qué fue lo que pasó y quién es el presunto responsable. Y luego de 12 meses ninguno de los familiares de las 48 víctimas fatales ha recibido del Fosyga los $11,2 millones prometidos como indemnización hace un año. “Les devuelven los papeles por un punto o por una coma”, dijo el abogado representante de los familiares de 40 fallecidos, Jorge Enrique Restrepo.

Lo que hay hasta el momento, son dos estudios, uno contratado por las víctimas y otro por Aguas de Manizales, cuyos resultados sobre las causas de la tragedia se confrontan y discrepan. El primero señala que hubo responsabilidad y negligencia de Aguas de Manizales y atribuye el hecho a filtraciones de agua de la tubería que terminaron por saturar la ladera y originar el desprendimiento. Pero el otro, el de la empresa, indica que la causa fue por un fenómeno natural, es decir, por el fuerte invierno del momento, la ladera se movió y desempató un tubo de 16 pulgadas. Otro análisis de la Personería, dice que hubo fuga en el tubo. Como los estudios se contradicen no ha habido conciliación y corren demandas contra Aguas de Manizales y la Alcaldía que según los estimativos del gerente de la firma, Juan David Arango, pueden llegar a los $50.000 millones, entre quienes perdieron familiares y viviendas, y los que resultaron con sus casa afectadas.

Solo una demanda, la que representa Restrepo pretende un reconocimiento por $30.000 millones. El alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas, dice que debe defender los intereses del Municipio, pero Claudia Jaramillo, quiere también defender sus derechos, aunque sabe que no volverá a abrazar a sus padres y a su niño de 12 años, quienes murieron en la tragedia. Ella se salvó porque estaba trabajando en un call center. “No voy a recuperar mi familia, pero sí reclamo un derecho porque hubo negligencia y responsabilidad de las autoridades en esta tragedia”, señala mientras limpia el lote de lo que era su casa donde ubicará un altar con flores.

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