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  • Carlos Eduardo González

martes, 15 de agosto de 2017

La entidad no está cumpliendo con su labor de hacer seguimiento a las licencias que está otorgando a importantes obras de infraestructura en el país.

De acuerdo con una auditoría realizada por la Contraloría General de la República, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) no está cumpliendo con su labor de hacer seguimiento a las licencias que está otorgando a importantes obras de infraestructura en el país.

En este momento, la Anla tiene a su cargo realizar seguimiento a 133 planes de manejo ambiental y 1.182 licencias ambientales, aunque según reveló la entidad dirigida por Edgardo Maya, algunos de los casos más preocupantes son los de la Ruta del Sol II, la ampliación de la segunda pista del Aeropuerto Eldorado, la planta de tratamiento de aguas residuales del Salitre y el plan de recuperación del Canal del Dique.

Además de los líos con relación a los sobornos que hubo en la licitación de la Ruta del Sol II, la Contraloría encontró 442 hallazgos por incumplimiento en un solo año, en tres tramos distintos y “no se evidenciaron procesos sancionatorios iniciados por la Anla por los cuantiosos incumplimientos a la licencia ambiental, mucho menos multas por el daño ambiental generado por el consorcio”.

En el informe se detallo que la entidad no realiza la gestión para sancionar dichas situaciones, “ya sea porque no sanciona o, si sanciona, la sanción resulta muy débil o la impone muy tarde en el tiempo, dando como resultado que el beneficiario de la licencia incumpla en forma reiterada la licencia, con el consecuente deterioro ambiental”.

En cuanto a la pista de Eldorado, el ente de control señaló que el beneficiario de la licencia (Aerocivil - Opain) ha incumplido en forma reiterativa la licencia ambiental otorgada desde 1995, con lo cual se ha afectado al medio ambiente y, sin embargo, no ha recibido de parte de la autoridad ambiental las sanciones correspondientes.

Una de las explicaciones de la CGR es que las multas son tan bajas, que es más económico no cumplir con las licencias ambientales.

Frente a la planta de tratamiento de aguas residuales, la entidad advirtió que desde 2014 no se han presentado informes de medición de olores ofensivos, de acuerdo con la Resolución 1541 de 2013 del Ministerio de Ambiente, a pesar de que la Anla los ha solicitado cada seis meses desde entonces y, como en los demás casos, el ente ambiental no ha tomado decisiones y ha omitido multar a la empresa a cargo de la licencia.

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