Las fórmulas tarifarias se encuentran compuestas, básicamente, por tres elementos: i) Un “cargo por unidad de consumo”, que refleja tanto el nivel y la estructura de los costos económicos que varían con el nivel de consumo y la demanda por el servicio, ii) Un “cargo por aportes de conexión”, el cual cubre los costos involucrados en la conexión del usuario al servicio y que también podrá cobrarse cuando, por razones de suficiencia financiera, sea necesario acelerar la recuperación de las inversiones en infraestructura, siempre y cuando estas correspondan a un plan de expansión de costo mínimo. La fórmula podrá distribuir estos costos en alícuotas partes anuales.Así mismo, forma parte de la fórmula tarifaria, el  “cargo fijo”, que es aquel que refleja los costos económicos involucrados en garantizar la disponibilidad permanente del servicio para el usuario, independientemente del nivel de uso o consumo. Se incluyen los denominados costos fijos de clientela, que comprenden gastos adecuados de administración, facturación y los demás servicios permanentes que, de acuerdo a definiciones que realicen las respectivas comisiones de regulación, son necesarios para garantizar que el usuario pueda disponer del servicio sin solución de continuidad y con eficiencia, de conformidad con el numeral 90.2 del artículo 90 de la Ley 142 de 1994. Las empresas pueden actualizar las tarifas que cobran a sus usuarios aplicando las variaciones en los índices de precios.