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  • Colprensa

domingo, 10 de noviembre de 2013

De la Calle reiteró que todo lo hasta ahora acordado “acoge integralmente las líneas esenciales del Estado democrático de derecho”, en respuesta a quienes han dicho que los acuerdos en La Habana están pasando por encima de los principios de un estado democrático. 

Según defendió el jefe negociador, este acuerdo permitiría, por un lado, realizar una serie de transformaciones con las que se garantizaría “arraigar definitivamente la paz a la terminación del conflicto” y, por el otro, permitirá “ampliar, modernizar y robustecer nuestra democracia para hacerla más fuerte, más participativa, más pluralista y transparente”. 

De la Calle explicó que los 22 temas relevantes que se trataron durante la discusión de este punto, pueden sintetizarse en tres capítulos. 

El primero, hace referencia a las garantías para ejercer la política que incluye la necesidad de tramitar el estatuto de oposición, regular y reconocer el papel de los movimientos sociales y su interlocución con los gobernantes, mecanismos para la protesta pacífica y la seguridad de los manifestantes. 

Además, De la Calle hizo referencia a la creación de un sistema integral de seguridad para el ejercicio de la política que iría más allá de las labores de protección y vigilancia con el que se busca desarticular las fuentes de violencia en contra de quienes participan en política. 

“No es sólo una herramienta, es un conjunto de nuevos valores en materia de seguridad, cuyo eje es el respeto al opositor. La dignidad de la persona, la tolerancia y la visión pluralista sería la fibra de este sistema el cual debe prevenir, desarticular y neutralizar todas las fuentes de violencia contra quienes ejercen la política”, puntualizó. 

El segundo capítulo está relacionado con la participación. Según dijo, se hará una revisión de todo el sistema electoral con miras a “de la vigorización de la planeación participativa y el robustecimiento de las veedurías ciudadanas”, junto con el hecho desligar la permanencia de la personería jurídica de los partidos políticos a la noción del umbral. 

“El umbral se deja intacto. Pero su aplicación se limita al método de asignación de escaños. Se abriría un espacio enorme para partidos que, sin lograr esa participación, poseen esa expresión política válida”, aclaró De la Calle. 

El tercer punto hace referencia al sistema electoral y sus transformaciones. Para ello, dijo que al país se traerá una comisión de expertos para impulsar una reforma fortalecer a los organismos de dirección de la organización electoral, dar claridad en la financiación de la política y tener transparencia en el voto. 

Luego, el jefe negociador hizo referencia a las circunscripciones territoriales de paz enfatizando en que éstas no se crearán “para fomentar la representación del movimiento que surja de las Farc, sino de aumentar, de forma transitoria la presencia en la Cámara de Representantes de aquellos territorios que por razón del conflicto se han visto marginados del sistema representativo”. 

“Algunos dijeron que eran circunscripciones para las Farc. Falso. Todos los habitantes pueden aspirar a ejercer esa representación a nombre de movimientos y organizaciones tales como víctimas, campesinos, mujeres y sectores sociales. Eso sí, diferentes a los partidos ordinarios”, aclaró de la Calle y luego calificó esta idea de “estratégica” pues permitiría la integración de territorios marginados. 

Finalmente, el jefe negociador recordó que para que esto sea posible será esencial la desmovilización de la guerrilla y aclaró que todos estos temas están en discusión con las Farc pues “el fin del conflicto debe desembocar en transformaciones que permitan arraigar firmemente una paz duradera”. 

“Es una apertura democrática conveniente para el país”, concluyó. 

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