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  • Andrea del Pilar Mancera

martes, 4 de diciembre de 2012

La ausencia de sanciones efectivas y rápidas frente a casos de corrupción y la prevalencia de prácticas de abuso del poder enlas ramas del poder público y en entidades se reflejaron en la baja calificación que obtuvo Colombia en el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) 2012.

El documento es realizado por Transparencia por Colombia y evidenció que el país tiene un puntaje de 36 sobre 100 (siendo 0 mayor percepción de corrupción y 100 menor percepción de corrupción), y se ubica en el rango inferior de la tabla de calificaciones, ocupando el puesto 94 entre 176 países evaluados.

La organización estableció que entre los 32 países de la región de las Américas evaluados, Colombia se encuentra en el grupo con calificaciones deficientes, menor a la de 19 países y superior a la de 12. A nivel de Suramérica, solo Chile(72), Uruguay (72) y Brasil (43), que recientemente ha enfrentado con sanciones ejemplarizantes los escándalos de corrupción al interior del gobierno, obtienen calificaciones aceptables. En los últimos lugares se ubican Honduras, Paraguay, Haití y Venezuela.

Para Elisabeth Ungar, directora ejecutiva de Transparencia por Colombia, los resultados del IPC para el país son muy preocupantes. “Lo que nos muestra la baja calificación de 36/100 es que a pesar de las reformas institucionales para combatir la corrupción, incluyendo la aprobación de nuevas normas como el Estatuto Anticorrupción, aún no se percibe el efecto de estas iniciativas deberían generar sobre prácticas corruptas al interior del Estado colombiano. Hay denuncias, procesos de investigación, nuevas normas, pero se percibe que la sanción no es efectiva, predomina una sensación de impunidad”, aseguró.

La corrupción en Colombia ha alcanzado un carácter estructural. Está asociada con el pago de sobornos en la contratación, compensaciones por favores para concretar un negocio o acceder a un servicio público, pero también que se manifiesta en la captura del Estado en sus diferentes niveles, el nepotismo, legislar en beneficio propio, entre otros.

Entre las siete encuestas y evaluaciones que componen la calificación del IPC para Colombia, los puntajes más bajos corresponden a la opinión de ejecutivos de empresas. “Esta percepción del sector empresarial sobre la corrupción en el sector público evidencia que no se están tomando las medidas necesarias, lo cual debería ser una prioridad para sectores sensibles y considerados ‘locomotoras’ del desarrollo económico, como el minero”, dijo Ungar.

En el IPC, Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda comparten el primer lugar, con una puntuación de 90.

Al extremo inferior de la tabla de calificación se ubican Afganistán, Corea del Norte y Somalia.

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