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  • Natalia Cubillos Murcia

sábado, 3 de octubre de 2015

Gómez reveló que quienes más caro pagarán la maxidevaluación que vive el país es Bogotá, la ciudad a la que le espera transformar si llega a quedar dentro de la corporación. 

¿Se está sobredimensionando el significado de la devaluación del peso?
No estamos hablando de cualquier devaluación de la moneda.  Es increíble que haya todavía expertos, incluyendo a los del Banco de la República, que crean que todavía hay que devaluar más y según uno de sus directores ni siquiera han tratado el tema, cuando esta maxidevaluación de 60% le va a producir mucho daño a la economía colombiana porque habrá un encarecimiento general de los precios de la economía, agudizará el problema fiscal y a las empresas les aumentará los costos. 

¿El ajuste en la tasa de cambio afecta a todos por igual?
No. Las empresas y los bogotanos serán los principales damnificados en Colombia con esa depreciación tan rápida y grande del peso. Los empresarios han comenzado a pagar mucho más caras las importaciones y los consumidores verán aumentar muchos de los precios de los productos de la canasta familiar. 

¿Y por qué Bogotá?
Por razones claras. Bogotá importó el año pasado alrededor de US$33.000 millones, más de 50% del total del país. Esas importaciones fueron realizadas a una tasa de cambio promedio de $2.000, en tanto que ahora ya está en más de $3.000, un 60%.

¿Y los exportadores?
Bogotá solo aporta un poco más de 5% del total de las exportaciones del país, unos US$3.200 millones, con lo cual esa devaluación no produce un efecto importante, en tanto que si genera un encarecimiento general de los procesos industriales que afecta la competitividad en una economía como la bogotana. Si no fuera porque las flores van en avión, la sabana no las exportaría. 

Es un tema para discutir sobre cual es el modelo económico de la ciudad, cuando el 60% de las transacciones financieras del país se hacen en Bogotá o más de 60% de su PIB es servicios.

¿O sea que los bogotanos tendrá mayor inflación por la devaluación?
No hay que engañarse. 

En general, el aumento de la devaluación encarece los productos importados, perjudicando a empresarios y consumidores finales, los cuales optan por generar una menor demanda de estos bienes, ante el aumento de sus precios. 

La inflación en doce meses está casi en 4,5% y en Bogotá está igual al promedio nacional. 

¿Qué se debe hacer?
Primero no hay que generalizar y creer que la devaluación es buena o mala para todos. 

Puede que Cartagena y Barranquilla tengan un efecto neto positiva con la devaluación, pero en Bogotá el neto será negativo, así haya sectores como el turismo que se beneficia. 

Segundo, no hay que ser tan ligeros para decir que una maxidevaluación tan acelerada corrige distorsiones y tercero se debe hacer un plan para evaluar y actuar puntual y concretamente y afectar a la economía productiva.

¿Y al ciudadano de a pie, que le pasa con la devaluación?
Sin duda que quienes envían dólares de afuera por remesas, una devaluación de 60% los ayuda, al igual que a los turistas que entran al país y los cafeteros tienen una renta adicional no permanente, pero sí importante. Pero los padres de familia que educan a sus hijos afuera o las madres cabezas de familia que le compran un computador al hijo o los profesionles que importan equipos médicos y los enfermos que deben utilizar medicinas de afuera son golpeados inclementemente con la maxidevaluación.  

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