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Las plagas no deben para la caficultura

miércoles, 24 de octubre de 2012
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Con adecuadas prácticas agrícolas, con buena fertilización y aplicación de agroquímicos en casos oportunos y necesarios para combatir insectos o enfermedades, las plagas no tendrían que ser un problema para la caficultura.

Pero los cambios de clima y en si la  historia reciente ha dicho que éstas han sido implacables y que llevó al cultivador a tener un régimen, unas prácticas y a estar atento, porque las pérdidas generadas por factores fitosanitarios pueden superar, en algunos casos, el 30%, cuando no se adoptan las medidas adecuadas de control.

A la caficultura la  han afectado diversas plagas que en su mayoría su desarrollo depende de condiciones específicas, muy ligadas con el clima. Pero en términos generales son dos los males que en mayor proporción han afectado al sector no sólo en Colombia sino en el mundo: la roya y la broca.

Éste último, es un insecto que llegó al país en los años noventa y hoy el nivel de infestación, según datos de Almacafé, es de 2%.

“Es bajo y manejable y en el proceso de mantener la broca controlada es fundamental tener prácticas agrícolas. Una de ella es el denominado re-re que es una recolección del grano de forma oportuna y un repase de los lotes una vez termine la cosecha. La idea es recoger todos los granos maduros y sólo mantener en los árboles los verdes porque esto rompe el ciclo biológico del insecto”, dijo el coordinador del Programa de Sanidad Vegetal de la Gerencia Técnica de la Federación Nacional de Cafeteros, Jaime Cárdenas.

Y aunque la broca tiene hoy bajos niveles, el invierno de los dos últimos años alborotó la roya, un hongo que se favorece  con condiciones húmedas. De acuerdo con los registros de alertas tempranas de Cenicafé, la enfermedad presenta niveles hoy de 8% pero alcanzó a estar por encima de 30%. “Esto muestra que sí se pueden tener niveles bajos de roya sin afectar la producción. En esto es importante hacer aplicaciones de fungicidas en el momento oportuno para control y realizar buenos procesos de fertilización porque esto fortalece el cultivo”, agregó.

La roya atacó de manea considerable a las variedades susceptibles al mal, por ello los programas de renovación de cultivos se están realizando con materiales resistentes.

 Pero así como varía el clima, también pueden cambiar las plagas.

Si la roya como enfermedad se mueve bien en la humedad, la broca tiene un terreno abonado en el calor. Por ello, Cárdenas indicó que se está adelantando una campaña de manejo integrado de la broca con base en la alerta climática de finales de este año y principios de 2013, en la que se advierte la presencia de un fenómeno de El Niño, lo que trae consigo veranos intensos.

Aunque el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), ya ha señalado que El Niño sería moderado o débil, cualquier condición de calor puede alborotar esta plaga.

 “El objetivo es que de manera regional se tomen medidas de control para terminar el 2012 con promedios de broca por debajo de 2% de tal forma que no se afecte la calidad del café en las zonas que están recogiendo la cosecha principal como en la región central cafetera del país”, sostuvo.

Entre algunas de las recomendaciones que entrega el expertos están: 1. Aplicar el sistema del re-re, recoja y repase,  para disminuir las población de frutos maduros que luego de la recolección quedan en el árbol o en el suelo. 2. Hacer buenas prácticas agrícolas. 3. Realizar evaluaciones y control especialmente en el proceso del beneficio que se condensa en mantener los costales en los cuales se acopia el café cerrados.
 

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