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La Alianza del Pacífico fue creada en abril de 2011 mediante la Declaración de Lima como un mecanismo estratégico que quiere integrar a las economías más dinámicas del Arco del Pacífico Latinoamericano: Chile, México y Perú (miembros latinoamericanos de APEC) y Colombia, un país de creciente presencia en la región; al tiempo que busca mejorar su presencia en Asia y en otros mercados internacionales.
Esta Alianza -que en 2010 propuso el ex presidente Alan García-, parte de la afinidad entre este conjunto de países, dadas sus políticas de economía de mercado, apertura a la inversión extranjera y su estrategia para incrementar el comercio y las relaciones políticas y económicas con el Asia-Pacífico.
La relevancia de las economías que hacen parte de esta Alianza es evidente. Este bloque conforma un mercado de alrededor de 200 millones de habitantes, con un PIB per cápita promedio por encima de los US$10.000 , niveles de Inversión Extranjera Directa que ascienden a US$50.000 millones y una creciente relación comercial con las economías del sudeste asiático. En su conjunto los países de la alianza representan cerca del 34% del producto interno bruto de la región y reflejan flujos comerciales de doble vía del orden de un billón de dólares para el 2012. Se trata, en todo caso, de una fuerza económica que desafía la relevancia del Brasil como país - continente, al mismo tiempo que se convierte en un escenario de acercamiento y cooperación con el coloso suramericano.
En la declaración de Paranal (Antofagasta) del 6 de junio de 2012, los presidentes de Chile, Colombia, México y Perú desatacaron los avances que se han venido logrando en materia de comercio electrónico, investigación científica en cambio climático, promoción del intercambio comercial a través del trabajo conjunto de instituciones nacionales (ProExport, ProChile, PromPerú, Proinversión y ProMéxico) e integración de las bolsas de valores. El interés de Colombia en este escenario, radica en dos aspectos fundamentales. En primer lugar, la Alianza del Pacifico se constituye en una plataforma de profundización de los intercambios de doble vía y de inversión en nuestra región en momentos en que América Latina se fortalece y Estados Unidos y Europa se debilitan. En segundo lugar, porque este tipo de iniciativas favorece la entrada de Colombia a los mercados más dinámicos de Asía-Pacífico, teniendo en cuenta que gran parte de los países que hacen parte de un bloque que ya tiene vínculos consolidados con economías como China, Japón Corea del Sur, Hong Kong, entre otros.
Sin embargo, resulta evidente que la agenda hasta ahora desarrollada requiere de una mayor visibilidad de aquellos temas asociados al dialogo político y a la incorporación de una estrategia de acercamiento a la región del Asia-Pacífico que trascienda las aproximaciones comerciales.
En este contexto, cabe señalar la oportunidad que tiene la Alianza del Pacífico para incidir de manera más eficaz que otros escenarios existentes, en la construcción de una agenda de cooperación económica y diálogo político entre América Latina y el Asia-Pacífico. En consecuencia, resulta pertinente generar nuevos espacios de discusión y debate que analicen alternativas para ampliar la agenda temática desarrollada en el marco de la Alianza del Pacífico y confirmen la voluntad que fue definida en su acuerdo marco, en el sentido de constituir esta Alianza en una “plataforma de articulación política y de integración económica y comercial.
Las estrategias de integración de los miembros
La Alianza está avanzando en otras estrategias de integración como la eliminación de aranceles y reglas de origen, solución de controversias, certificación electrónica, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, migraciones, movilidad estudiantil, entre otros.
