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Analistas 20/11/2019

Desempeño del PIB departamental

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

La más reciente lectura del PIB territorial al corte de 2018 muestra un grado de moderada recuperación económica, aunque con elevada heterogeneidad frente al resultado nacional (2,6% en 2018 vs. 1,4% en 2017). Como ha sido usual en los últimos años, gran parte de esa varianza regional obedece al comportamiento de la construcción. Por ejemplo, dicho sector mostró crecimientos de +11,3% en Valle del Cauca y de +6,9% en Antioquia, pero marcadas contracciones de -20% en los departamentos de Huila y La Guajira. En esta nota retomaremos nuestro usual análisis del PIB-regional, aprovechando las revisiones a dichas cifras por parte del Dane después de los impasses en los cálculos del año anterior (ver Comentario Económico del Día 27 de noviembre de 2017). Veamos esto con más detalle.

En términos de las economías más representativas del país, Antioquia registró el mayor crecimiento, expandiéndose un 3,5% anual en 2018 (vs. 1,8% en 2017), ver gráfico adjunto. Allí el sector líder fue la construcción, registrando un crecimiento de 6,9% anual (vs. 8,9% en 2017), impulsado por el desarrollo de importantes obras civiles como el Túnel de Oriente, el Túnel del Toyo y la doble calzada Medellín-Santa Fe de Antioquia. Los sectores con menor crecimiento fueron actividades de recreación (1,6%) y minería (1,9%), este último asociado a la moderada dinámica en la extracción de oro (aunque prospectivamente deberían verse algunos repuntes en este frente, en línea con el repunte en su precio hacia US$1.470/onza vs. US$1.280 de cierre de 2018).

El segundo lugar entre las economías representativas lo ocupó el Valle del Cauca, creciendo un 3,1% anual en 2018 (vs. 1,8% en 2017). Allí también se observaron favorables crecimientos de 11,3% en la construcción (vs. 5,5% en 2017), jalonada por el componente de edificaciones (principalmente en el segmento de vivienda VIS). Esas sobre-expansiones en el sector de vivienda han presionado los precios al alza, elevando los referentes de Cali en casi 68% real durante 2015-2019 (aunque sus niveles aún son inferiores a los de Bogotá-Medellín). Los sectores que menos crecieron fueron electricidad-gas-agua (1,2%) e industria (1,3%), producto del regular desempeño del sector azucarero.

La economía de Bogotá (con una participación de 26% al interior del PIB nacional) registró un crecimiento de 3% en 2018 (vs. 1,9% en 2017). Los sectores de mayor crecimiento fueron actividades empresariales (5%) y servicios sociales (4,7%). En el primer caso, los repuntes del precio del petróleo durante dicho año (pasando de US$52/barril-Brent promedio en 2017 a US$71 en 2018, +31% anual) jalonaron los servicios de tercerización de empresas con sede en la ciudad (aunque muchas veces operando regionalmente). En el segundo caso, jugaron las mayores ejecuciones presupuestales de la administración pública del gobierno (evidenciados también en el rubro sectorial de obras civiles impulsadas por la alcaldía).

Atlántico aceleró su crecimiento a 2,7% en 2018 (vs. 0,9% en 2017). Allí los sectores líderes fueron las actividades empresariales, registrando un crecimiento de 8,9% anual (vs. 0,7% en 2017), y el agro (7,6% vs. 6,7%). Los sectores con peor desempeño fueron construcción (-5,6%) e industria (+0,1%).

Las economías de Cundinamarca (2,3% en 2018 vs. 1,8% en 2017) y Santander (2,2% vs. 1,5%) mostraron moderadas aceleraciones, pero su desempeño se mantuvo levemente por debajo del promedio nacional (2,6%). En Cundinamarca, comunicaciones (+4,5%) y servicios sociales (+4,3%) fueron los sectores con mayor crecimiento, mientras que minería (-11,9%) y construcción (-5,4%) fueron los sectores que más decrecieron. En Santander, la minería (principalmente para la construcción) fue el sector de mayor crecimiento (+8,8%), aun cuando la construcción continuó con su mala dinámica (-9,2%). En este último caso, dicha economía regional continúa aún afectada por el golpe dual del fin del auge minero-energético y la crisis de la frontera con Venezuela.

Finalmente, en Cesar (-1,3% en 2018 vs. +3% en 2017) y La Guajira (-1% vs. +1,2%), departamentos mineros por excelencia, los resultados fueron desfavorables. Durante 2018, el sector minero decreció en La Guajira (-2,4%) y en Cesar (-3,9%), como consecuencia de las intensas lluvias de fin de año (impidiendo la operación normal de las minas de carbón y su transporte), ver Comentario Económico del Día 25 de septiembre de 2019. En esos departamentos también se vieron afectaciones en la construcción (-21,3% en La Guajira y -17,2% en Cesar), producto de las menores licencias residenciales aprobadas y las consabidas dificultades en la Ruta del Sol II-III.

En síntesis, durante 2018, las debilidades sectoriales de las principales economías regionales del país se ubicaron, en términos generales, en los mismos sectores que en el agregado nacional (minería y construcción). No obstante, hay gran disparidad en el comportamiento regional, pues mientras unos departamentos se expanden a tasas superiores a 3% anual (alrededor del crecimiento potencial de la economía), otros registran contracciones.

De allí que resulte primordial continuar trabajando en disminuir dicha heterogeneidad mediante políticas transversales de mejoramiento en la provisión de bienes públicos y diversificación del aparato productivo en las regiones. Para ello será prioritario avanzar en: i) mayores ejecuciones de recursos de regalías en la provisión de infraestructura de carácter inter-regional (donde habrá que evaluar los avances del reciente Acto Legislativo pronto a concluir su trámite en el Congreso); y ii) mayor esfuerzo tributario territorial, tema que deberá abordar la comisión mandada en la Ley 1943 de 2018 (lo cual no debería tener mayor inconveniente para re-aprobarse en la discusión parlamentaria del cierre de año).

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