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Analistas 15/12/2014

Balance de 2014: ¿Qué esperábamos y qué pasó?

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes
La República Más
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El año 2014 no fue el del “rebote del crecimiento a nivel global” que todos esperábamos, pues datos preliminares indican que la economía global probablemente creció el mismo 3% que en 2013.  La recuperación del mundo desarrollado resultó subpar, pues solo aceleró su crecimiento de 1,3% hacia 1,7%, mientras que el mundo emergente nos sorprendió al desacelerarse del 4,6% a 4,1%.  El mundo emergente ha resultado particularmente golpeado en lo relativo a sus exportaciones de commodities durante 2014, producto de las reducciones en los precios de los metales (-36% durante 2010-2014) y del carbón (-51%).   La sobreoferta petrolera estará generando una marcada reversión en los precios del petróleo, donde el Brent promediara US$70/barril, -35% por debajo del promedio de 2014. 

A pesar del cúmulo de sorpresas globales y locales, a lo largo de 2014, estos no produjeron alteraciones significativas en el ranking de riesgos que habíamos establecido a inicios de 2014.  Dicho listado de desafíos (de mayor a menor) comprendía: 1) los desbalances externos; 2) el mercado de capitales; 3) la desaceleración económica; 4) el agotamiento en las mejoras de empleo; y 5) los riesgos tributarios. Una actualización de dicho ordenamiento de riesgos, más acorde con lo observado en 2014, nos deja con el siguiente ranking: 1) los desbalances externos (inalterado); 2) el mercado de capitales (inalterado); 3) la desaceleración económica (inalterado); 4) los riesgos tributarios (agravado); y 5) el agotamiento en las mejoras de empleo (aliviado). 

Los riesgos externos fueron los de mayor envergadura, donde el desplome del precio del petróleo vino a agravar la situación de problemas de volúmenes. A lo largo de 2014, habremos promediado unos 980.000 barriles por día, incumpliendo (de lejos) la meta oficial de 1.090 Mbpd. Así, el déficit de cuenta corriente llegara a -4,5% del PIB (superior a -4% del PIB que pronosticábamos a inicios del año). En términos cambiarios, estos desbalances externos han desembocado en devaluaciones promedio del orden de 6,5% (similares a las que proyectábamos un año atrás). Esto último a pesar de los influjos de capitales especulativos, totalizando entradas cercanas a los US$7.000 millones por cuenta del rebalanceo del índice de renta fija de  J.P. Morgan, donde Colombia elevó su participación de 3% a 8%.

A nivel local, el Colcap arroja pérdidas de -5% en lo corrido del año a noviembre, y difícilmente alcanzaría 7% que pronosticábamos a inicios del año. Allí ha incidido el mal desempeño del sector minero-energético, completando contracciones de -22% en sus utilidades durante enero-septiembre de 2014 (donde la acción de Ecopetrol completa desvalorizaciones de -38% en lo corrido del año a noviembre). Por el contrario, la renta fija arroja valorizaciones en cabeza de los TES, pues sus tasas han descendido de 7% a 6,6% en lo corrido de 2014. 

Para Anif, el riesgo de desaceleración económica ocupaba el tercer puesto en nuestro ranking de desafíos para 2014, donde inicialmente esperábamos una expansión de 4,8%. Los datos antes comentados sustentan ahora expansiones esperadas de 4,6%, no muy diferentes de la inicial. 

El riesgo tributario fue el único rubro agravado (elevándose de la quinta a la cuarta posición). Las cifras más recientes nos muestran cómo los recaudos-brutos se expanden a tasas anuales de 7,7% nominal (4,4% real) durante enero-octubre de 2014. Es importante resaltar que esta cifra se ubica por debajo de la meta de 12% nominal establecida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.  Ahora bien, si tenemos en cuenta el efecto contable de sustitución de parafiscales por rubros tributarios, se observa que la tributación en realidad se expande a ritmos de 3,7% nominal, equivalente a expansiones reales de solo 0,5%.

Finalmente, los riesgos en materia de desempleo han resultado inferiores a los que avizorábamos un año atrás.  En efecto, la tasa de desempleo nos ha sorprendido favorablemente, llegando a niveles de 7,9% en octubre de 2014. Ello es consistente con niveles promedio de 9,1% durante el último año a octubre (-0,7 pp vs. lo ocurrido un año atrás), prácticamente alcanzando sus niveles Nairu de 9%. La buena noticia es que ello está apalancado principalmente en aceleraciones en la generación de empleo a tasas de 2,1% (vs. 1,7% de 2013) y no en menores participaciones laborales.

Aun con las recientes ganancias provenientes del desmonte de 13,5 pp de parafiscales-salud, el principal desafío del mercado laboral continúa siendo la elevada informalidad.  De hecho, las ganancias en la relación Contribuyentes Pila/PEA se ha incrementado, pero solo en tres pp, llegando a 37% vs. 70% observado en Chile o 90% en España.  Con este telón de fondo de 2014, pronto estaremos comentando las perspectivas de 2015, las cuales representarán grandes desafíos externos, fiscales y en materia de crecimiento.

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