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Analistas 10/07/2019

Reflexiones en materia fiscal

Santiago Castro Gómez
Expresidente de Asobancaria

La política fiscal en Colombia ha sido uno de los temas de mayor discusión dentro del debate económico. En los últimos años, se han implementado varias reformas tributarias encaminadas a aumentar los ingresos totales del Gobierno Nacional Central (GNC), siendo la más reciente la Ley de Financiamiento de 2018. Se han establecido, además, controles al endeudamiento territorial, se ha modificado el sistema de pensiones y se han fijado metas anuales de déficit del GNC. Gracias a dichas políticas, Colombia continúa siendo percibida por inversionistas extranjeros y calificadoras de riesgo como un país responsable y resiliente a choques externos.
Hecha esta salvedad, también es oportuno mencionar que la generación de ingresos del GNC permanece cercana al 15% del PIB, un nivel considerado bajo por organismos como la Ocde, a lo que se suman las rigideces e ineficiencias del gasto público. Así las cosas, uno de los retos fundamentales del gobierno Duque y los siguientes será el de mantener el grado inversión y velar por la sostenibilidad fiscal.
Recientemente, el Gobierno presentó el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp), documento que tiene como objetivo trazar los lineamientos de política con los cuales se esperan alcanzar las metas de déficit del GNC determinadas por el Comité Consultivo de la Regla Fiscal. La importancia del Mfmp es tal, que los supuestos sobre los que se fundamenta son revisados con rigurosidad por los analistas y su validez condiciona en gran medida la confianza que tienen los inversionistas sobre las finanzas públicas.
En particular, en el Mfmp se estableció que, gracias a la Ley de Financiamiento, la enajenación de activos y las utilidades del Banco de la República (BR), los ingresos totales bordearán el 16,6% como porcentaje del PIB en 2019, cifra superior en 1,3 puntos porcentuales a la observada el año anterior. Adicionalmente, por el lado del gasto, el Gobierno espera efectuar recortes en los gastos corrientes (funcionamiento e inversión) que lleven a que se cumpla con holgura la meta de déficit este año. Cabe anotar que las perspectivas consignadas en el Mfmp y los supuestos en los que se basan han sido bien recibidas por los mercados, toda vez que no se ha apreciado un aumento en los indicadores de riesgo país ni volatilidad en el mercado de deuda pública.
Sin embargo, es oportuno mencionar que algunos factores como un retraso en los procesos de enajenación de activos del Estado, la eventual caída de los ingresos tributarios asociada a la implementación de la Ley de Financiamiento 2018 o una menor obtención de utilidades del BR frente a la esperada, llevarían a que la Regla Fiscal se incumpla en el periodo comprendido entre 2019 y 2022. Este escenario sería desde luego indeseable toda vez que podría derivar en la pérdida del grado de inversión, el encarecimiento del endeudamiento del Gobierno y un menor crecimiento económico, todo esto en un entorno externo marcado por tensiones comerciales y la desaceleración económica global.
Con el objetivo de atenuar los riesgos mencionados, además de las adecuadas estrategias del Gobierno que mejorarían la focalización del gasto, resulta necesario que se lleven a cabo de manera definitiva las reformas estructurales al sistema pensional, educativo y de salud, puesto que en estos frentes se generan gran parte de las ineficiencias del gasto público. Solo de esta manera se fortalecerá la sostenibilidad fiscal y se preservará la confianza de los mercados en el país.

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