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Analistas 13/01/2016

Deseos para 2016…

Santiago Castro Gómez
Expresidente de Asobancaria
La República Más
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Comienza a despuntar 2016 y con él un periodo que será crucial para el país. Los retos que Colombia deberá encarar a partir de este año no son pocos y demandarán importantes esfuerzos de todos los sectores económicos, sociales y políticos para su exitosa ejecución y culminación. 

En primera medida, el año que recién culminó dejó en clara evidencia los serios lastres que el país viene padeciendo en materia de competitividad y la manifiesta urgencia de avanzar con paso firme y constante para poner al día nuestra infraestructura. Deseamos entonces que las construcciones planeadas para 2016 puedan llevarse a cabo sin los problemas y retrasos tan renombrados en el pasado y cuya presencia nublaron la consolidación de proyectos cruciales en este frente durante años. En especial, los deseos van encaminados a que este 2016 sea recordado por el éxito en el inicio masivo de la construcción de las concesiones 4G, proyectos que han generado muchas expectativas a lo largo de los últimos años. 

De otro lado, en medio de un panorama internacional adverso, Colombia se ha visto golpeada por una inflación rampante que ha respondido a las presiones severas de un intenso Fenómeno de El Niño y un tipo de cambio considerablemente depreciado que ha tocado niveles históricamente altos. Es un deseo fundamental que con el fin de que todos los colombianos se beneficien de la estabilidad de los precios, la inflación converja a su meta de largo plazo sin comprometer el crecimiento económico, a la vez que los choques transitorios que la han acompañado tiendan a desvanecerse, lo que permitirá comenzar a mitigar los impactos inflacionarios que han venido erosionado la capacidad adquisitiva de los colombianos, particularmente en los sectores más vulnerables.

Un deseo prioritario para la clase trabajadora y que implicará aunar importantes esfuerzos por parte de los distintos actores económicos, es el de mantener la tasa de desempleo en niveles de un dígito en medio de unos mayores niveles de formalidad. El empleo de calidad es una de las variables que más impacta el bienestar social y de allí que su dinamismo tome especial relevancia en un contexto como el actual, en el que el país parece estar ad portas de iniciar un camino hacia la reconciliación social.

Sea esta la oportunidad para aspirar que este 2016 sea al año en el que finalmente podamos ser testigos de la terminación del conflicto armado a través de un acuerdo de paz claro y transparente. Este derrotero tendrá como reto que los frutos de una paz perdurable se vean reflejados en el crecimiento económico y en el desarrollo social, donde todos los sectores de la sociedad puedan ejercer plenamente sus libertades, y donde aquellos que han sido más vulnerados puedan emprender un nuevo rumbo de reconciliación y bienestar.

También será imperativo que la reforma tributaria que se está planteando se constituya como una verdadera reforma estructural, consistente con las nuevas necesidades fiscales del país pero sin visos de regresividad en materia de empleo e inversión. Del alcance, la transparencia y la progresividad de dicha reforma dependerá buena parte de la dinámica de la actividad productiva. No podemos, como país, perder esta valiosa oportunidad para corregir de una vez por todas las grandes fallas del sistema tributario y para garantizar una transición adecuada hacia una Colombia prospera y sostenible.

No menos importante resulta el deseo que la institucionalidad que soporta el sistema educativo y de salud se fortalezca y garantice el acceso y la atención a toda la población que lo requiera. Aun pese a los avances de los últimos años, este desafío es ahora mayor en la medida que ambos sectores deberán continuar fortaleciéndose en medio de los retos que traerá la inserción de nuevos integrantes a la vida civil.

Este año es, sin duda, un año de definiciones cruciales en frentes neurálgicos tanto en materia económica como social, y de la manera como enfrentemos dichos desafíos y de sus consiguientes resultados, dependerá en buena medida el devenir de nuestra patria en la próxima década.

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