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Analistas 08/03/2022

Populismo para Dummies 2

Roberto Rave Ríos
Presidente ejecutivo Laick - Cofundador Libertank

En las últimas semanas, desde Libertank, hemos hecho una gira por las principales ciudades de la Costa Caribe. Visitamos los lugares de comercio para hablar con los microempresarios sobre la importancia de defender las ideas que promueven que los sueños de crecer sus negocios se hagan realidad, los de la libertad económica. Mientras tanto escuchábamos con sorpresa y admiración como mediante pequeños proyectos, muchos de ellos, han logrado sacar adelante sus familias, inclusive, sacar sus hijos universitarios y tener casa propia. En los recorridos duele escuchar la rabia de los ciudadanos con sus gobiernos locales. La corrupción constante y descarada ha cortado violentamente cualquier credibilidad en la institucionalidad pública. Y en medio de esta coyuntura, de la desesperanza, de la rabia y del desconocimiento, aparecen los populistas sedientos de poder; y como por arte de magia, los mismos que han hecho parte del ecosistema de corrupción nacional, se convierten en los redentores, en los salvadores.

En esta columna seguimos develando algunas de las premisas de los redentores falsos que usan la impotencia de la ciudadanía para seguir acumulando poder.

Odiar las Empresas: “La riqueza es de quien la necesita, no de quien la crea. Quien posee riqueza en cualquier medida, es en esencia un enemigo del pueblo. La propiedad es casi siempre un hurto a los pobres, y la Colombia humana se encargará de redistribuir, en bien de ellos, lo que otros injustificadamente aluden como propio”. Los últimos indicadores afirman que en Colombia el 94% de las empresas son Micro empresas y solo el 0,86 son calificadas como grandes compañías. Sin embargo, algunos populistas siguen insistiendo en la imagen de un empresario dinosaurio y malvado que usurpa, que enajena, que empobrece, esta es la mejor herramienta para declarar su condición redentora. No es un secreto en Colombia que las empresas responden por el 95% de los impuestos totales.

El sesgo anti empresa se ve sustentado también en propuestas como la de obligar a repartir ganancias de las empresas entre dueños y trabajadores, ignorando en primera instancia que muchas de las ganancias ya son repartidas a los colaboradores por medio de salarios dignos que superan los aumentos del Estado. También por programas sociales de vivienda y educación brindados por las empresas de manera espontánea. La pandemia fue un reflejo de cómo las compañías construyen tejido social aún en las peores circunstancias para su capital. Esto sin ignorar las excepciones al respecto pero con la certeza de que más imposiciones por parte del Estado en el sexto país del mundo con los impuestos más altos para las empresas según la OCDE, nos llevaría a una destrucción empresarial de proporciones considerables. Países como Corea del Norte padecen la ausencia de empresas a diferencia de Corea del sur. Esto marca una una distancia trascendental en algunos indicadores como la esperanza de vida, 12 veces mayor en Corea del sur que en Corea del Norte. A propósito de lo mencionado, en los años cincuenta nuestro país acompañó la guerra de Corea con el batallón Colombia. Para ese momento el PIB de Corea devastada por la guerra, era una cuarta parte de la economía Colombiana. Hoy el PIB de Colombia es menos de una Cuarta parte del de Corea del Sur. Una de las grandes razones es la creación de más empresas y la llegada de capital extranjero motivado por la libertad económica.

Liberal los ahorros de los Fondos Privados de Pensiones: Algunos protagonistas de la coyuntura del país afirman que van a liberar los ahorros de los fondos privados de pensión para financiar al Estado, esto no es más que despojar a los Colombianos de los ahorros que con tanto esfuerzo han conseguido. No hace falta citar casos de política comparada porque en Colombia ya pasamos esta experiencia con el seguro social. Los gobiernos anteriores cogieron las pensiones de caja menor y finalmente las pensiones terminaron siendo financiadas por los impuestos de los ciudadanos. Esto derivó en la reforma pensional que le abrió las puertas a los fondos privados de inversión.

Dice el gran Nassim Nicholas Taleb que: “La burocracia es una estructura mediante la cual una persona es convenientemente separada de las consecuencias de sus actos”. He aquí uno de los grandes problemas de los populistas, su incapacidad de jugarse la piel mientras hacen cuentas con los dineros de los ciudadanos para construir utopías insostenibles.

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