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Este año 2021 en términos generales fue un espiral ascendente de optimismo y tranquilidad debido a la accesibilidad a las vacunas sin costo y de fácil consecución; la reactivación y la creación de nuevas empresas del empleo y de la libre movilidad, por lo que la gratitud es infinita. Hay que reconocer que esta penosa pandemia sacó lo mejor en solidaridad, generosidad, gratitud y compasión. Las excepciones, las cuales fueron dirigidas contra la vida y la tranquilidad de las personas, no vale la pena mencionarlas por lo indignos que son los responsables y así mismo algunos jueces que saben de derecho, pero es evidente que no de justicia.
Para el año entrante quisiera pedir que el país pueda seguir siendo autosuficiente en combustibles y energía a precios de país productor y ojalá con buenos excedentes para exportar petróleo, gas, carbón, ferroníquel, oro, cobre y esmeraldas para tener muchos recursos para inversión social, salud, educación, empleo y seguridad.
En esa lógica de inversión de los recursos producto de las exportaciones, pido que venga la inversión colombiana y extranjera con el fin de en crear empresas con empleo digno y ayude a seguir fondeando las jubilaciones de los colombianos, mientras el Gobierno entrante con grandeza y decisión haga que el Congreso se reduzca a la mitad, se reduzca en algo los salarios y totalmente en las prebendas extralegales (bonos, primas, vacaciones, pensiones, etc.) y haga la reforma a profundidad de la justicia. Que los recursos de inversión en educación sean para mejorar la calidad a través de evaluar la pertinencia de los programas y las competencias de los profesores -que al día de hoy no se hace-, que la inversión en salud sea en la prevención y los buenos hábitos alimenticios y la seguridad en el cuidado y protección de las libertades, honra y bienes.
Pido que los asuntos ambientales sean la columna vertebral para construcción de un futuro digno que inicia desde lo técnico, en lugar de lo fanático y sin sustentación. Empezar por el buen ejemplo, desde abolir el beneficio de los vehículos a todos los funcionarios públicos, hasta la gran estrategia del cuidado de bosques (principalmente el Amazonas) como el banco mundial de compensación de CO2. Esto, además de ser la gran contribución a la mitigación del cambio climático, es una forma de ingresos multimillonarios de las grandes empresas que tienen la obligación de compensar. Así mismo, esos programas y recursos servirán para el empleo rural, la investigación desde las universidades y aún más importante, la preservación de pueblos ancestrales y el estudio de las riquezas inexploradas y desconocidas.
En la lista toca pedir para todos los colombianos mayores de edad, sentido común para saber elegir los representantes de cada uno al Congreso, que es la máxima dignidad en la democracia. También pido que entiendan que si no votan, una pequeña minoría elegirá por usted. Así mismo, pido responsabilidad, grandeza y poco ego para que los candidatos a Presidente entiendan que el país quiere progreso, crecimiento incluyente, justicia y probidad.
El último pedido es a los líderes del mundo para que hagan un pacto alrededor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible donde la cooperación sea un principio y en este vecindario la ayuda es por recuperar las libertades, los derechos humanos y la dignidad de los pueblos de Venezuela y Nicaragua.
