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Analistas 12/07/2022

Petro: diciendo y haciendo

Paula García García
Conductora Red+Noticias

Mientras el presidente electo, a la distancia, termina de configurar su equipo de gobierno, en Colombia, hay revuelo. Hasta voces cercanas al próximo ejecutivo lucen molestas con algunos de los nombramientos que, a cuenta gotas, se siguen conociendo. La incomodidad resulta extraña. Cómica, incluso. Acaso, ¿qué esperaban?, ¿qué quién ganó moderara su postura?

Aquí no hay cabida para desilusiones. Gustavo Petro, en realidad, está siendo fiel a sus promesas de campaña. Actúa en concordancia con su propósito de convertir en hechos las propuestas que lo alzaron con la victoria. Hoy, solo pone rostro a las ideologías que siempre ha defendido. Deposita su confianza en figuras que, de manera abierta, comulgan, de vieja data, con sus mismos objetivos. Está echando a andar el proyecto de país que vendió a los electores.

A decir verdad, los claros mensajes empezaron con el primer nominado. La cartera de exteriores, en cabeza de Álvaro Leyva, es la confirmación del firme deseo de la administración Petro de lograr, con el ELN, un acuerdo de paz blindado por un decidido apoyo internacional. Para dichos menesteres, nadie más acertado que uno de los protagonistas de las negociaciones con las Farc. Lo de menos, de cara a intereses tan puntuales, es su edad o si le quitaron la visa gringa.

Mínima debería ser la sorpresa frente al Ministerio de Ambiente

Ahora bien, sin responder a la presiones de un entorno que pedía celeridad en la designación del ministerio estrella, las indirectas, muy directas, continuaron. La confirmación de José Antonio Ocampo para manejar las finanzas del Estado, lejos de tener el efecto esperado, en menos de una semana, diluyó la esperanza de calmar los mercados y generar tranquilidad a nivel interno. Bastante frentero, el exministro, despejó las dudas. Casi que al pie de la letra buscará cumplir con la misión que le asignaron: sacar adelante la que se convertiría en una reforma tributaria histórica. La más ambiciosa de todos los tiempos.

También ha actuado en consecuencia, el mandatario entrante, con el ánimo reformista que, en varios aspectos, manifestó durante la contienda. Ante su descontento con el funcionamiento del sistema de salud vigente, encontró en Carolina Corcho, dura crítica de las EPS, a su mejor escudera. Pese a haber sido declarada insubsistente, como Directora de Participación Social y Servicio al Ciudadano en la Secretaría Distrital de Salud, cuando trabajaba en la alcaldía del que volverá a ser su jefe, su elección era previsible.

Así mismo, mínima debería ser la sorpresa frente al Ministerio de Ambiente. Detractora del fracking hasta los tuétanos, Susana Muhamad enfrentará las peleas jurídicas que tenga que dar con tal de cerrar la puerta a la fracturación hidráulica. Decidida y contestataria, promete enterrar hasta la posibilidad de hacer pilotos. Entra tanto, Cecilia López, la nueva cara para los asuntos del agro, con tono retador, decidió dejar de lado los grises que rodean una advertencia plagada de incertidumbre. Sin asumir aún al cargo, pone el dedo en la llaga sobre el futuro de la tierra a partir del cambio de mando.

En desacuerdo o a favor, lo cierto es que el gabinete, todavía en formación, no es más que la radiografía de un plan de gobierno. Los que llegan, parecen dispuestos a continuar diciendo y haciendo. Con nula sutileza y actitud desafiante, a prueba se pondrá la fortaleza institucional.

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