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Analistas 06/07/2015

Tan poderosos como EE.UU. y China

Núria Vilanova
Presidente de ATREVIA
La República Más
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Cuando muchos empresarios hablamos del enorme potencial económico y de negocios de la comunidad iberoamericana y destacamos que hay base para que el conjunto de nuestros países asuma un papel de primer orden en el escenario internacional, no falta quien nos tacha de optimistas o nos mira entre la incredulidad y el abierto escepticismo. Y, sin embargo… ¿qué pensarían si fueran conscientes de que el PIB de la comunidad iberoamericana es igual al de China? ¿Y de que sumando el peso económico de Latinoamérica, España y las empresas hispanas de EE.UU. estamos en condiciones de lanzar un bloque capaz de competir de tú a tú con cualquiera? Pues es cierto. Somos tan poderosos como los grandes, como los que dominan el escenario global. Sólo nos falta creérnoslo, asumirlo y actuar conjuntamente.

Para mí ha sido motivador escuchar días atrás la intervención de Antonio del Valle, presidente de honor de Grupo Kaluz, consejero de Bx+ y accionista del Popular, en el foro Tribuna América de Inversión en Madrid. Del Valle nos hizo notar lo que decía al comienzo: que la suma del PIB de Iberoamérica con el de los hispanos de EE.UU. y el de España y Portugal da un producto del tamaño de la economía de China y cinco veces superior al de India. Y nos animó a proseguir en la senda de la integración, la asociación y el empeño en forjar alianzas empresariales que nos refuercen como espacio económico abierto al mundo, que nos fortalezcan como ámbito de referencia global.

Nos recordó que juntos somos mucho más que la suma de nuestro PIB. Con cifras tan reveladoras como que Latam es el área con mayor población urbana en economías emergentes o que la riqueza que generaron las 198 principales ciudades de Latinoamérica en 2014 supera a la de Alemania e India juntos. Tenemos la talla, ahora resta impulsar cooperación y estrategia para convertirnos en motor del crecimiento global. Es un empeño con el que, en 1990, nació el Consejo Empresarial de América Latina (Ceal), del que Antonio del Valle fue fundador. Y un empeño que su Capítulo Ibérico, que quiere ser puerta de entrada para la inversión y plataforma de internacionalización, alienta. 

Creo, como Del Valle y la mayoría de los empresarios, que necesitamos forjar más empresas comunes para crecer y tener en el mundo el peso económico real que marca ya nuestra dimensión y talla económica. Hemos pasado de una etapa de inversión unidireccional española en Latam a otra equilibrada y birideccional en la que las empresas iberoamericanas invierten en España. Y estamos ahora esca- lando el tercer peldaño: la construcción de alianzas empresariales que hagan posible generar un bloque potente, capaz de forjar oportunidades de forma conjunta en terceros mercados, de competir en el mundo y de hacerlo en igualdad con los grandes actores. 

Es una visión que compartimos con cada vez más ilusión, optimismo y sentido de la realidad los empresarios de Iberoamérica. En esta vía, el sector privado de toda Iberoamérica ha comenzado a pisar el acelerador de la cooperación, a pensar ya en cómo construir multi-iberomericanas. Con el sentido de practicidad, agilidad y rápida adecuación al cambio que caracterizan a las empresas. Hemos asistido en los últimos años al refuerzo del Ceal. Y acaban de surgir organismos como el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (Ceib), creado en la XXVI Reunión de Presidentes de Organizaciones Empresariales Iberoamericanas, y el Consejo Iberoamericano para la Competitividad y Productividad, a propuesta del CEC español.

Soy optimista. Creo en el dinamismo de esta estrategia de integración y apertura. Iberoamérica camina hacia un espacio propio en el que, si hubiera que fijar un modelo, elegiría el de la Alianza del Pacífico, el grupo más abierto y dinámico de la región y que impulsaron Colombia, México, Chile y Perú. En los últimos años Iberoamérica ha dado un salto hacia la meta de crear un espacio empresarial que ayude a impulsar nuestras economías. Para ello es clave forjar más empresas iberoamericanas. Y en eso estamos.
 

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