Argumentos equivocados

Durante las pasadas semanas se habló repetidamente sobre la propuesta de pensión universal del presidente Petro, pero el tema ha ido quedando relegado ante nuevos anuncios sobre el sistema de salud, precios de la gasolina, financiación para compra de tierras y demás. Sin embargo, frente a tanta información y dada la relevancia que tiene para el país y para todos los colombianos, es necesario retomar este punto y hacer énfasis en los problemas que supone.

Lo primero que debo aclarar es que sí está bien otorgarle un ingreso a los adultos mayores que se encuentran en condición de pobreza. Ese ingreso ya existe y aumentar el monto, que en este momento es de apenas $80.000, es un objetivo loable que muchos hemos propuesto desde hace años y que además hemos apoyado fuertemente en Anif.

Sin embargo, la manera que propone el nuevo gobierno de implementar esta propuesta y de financiarla es totalmente inconveniente. Sería insostenible, significaría un fuerte detrimento de las finanzas pública y le haría mucho daño al país y a las generaciones futuras. Veamos por qué. Otorgar una mesada de $500.000 a tres millones de adultos mayores que hoy no tienen pensión costaría en total $18 billones (1,5% del PIB). Esos recursos, según el gobierno, saldrían de las cotizaciones que se realizan actualmente al Régimen del Ahorro Individual, Rais. Es decir, se tomaría el flujo del ahorro privado que hacen hoy los individuos y se le daría a los adultos mayores en estado de vulnerabilidad. Eso implica generar una deuda con quienes han aportado a su pensión: esas personas se pensionarán en cinco, 10 o 20 años, y en ese momento todos los colombianos tendremos que sacar del bolsillo para pagarle una pensión subsidiada a quienes no son pobres y evidentemente no requieren ese subsidio. En suma, la existente deuda pensional del país aumentaría y en un futuro tendría que ser financiada a través de más impuestos.

Según los cálculos que hemos hecho en Anif, esa deuda generaría un impacto fiscal sin precedentes para el país de alrededor de $580 billones en Valor Presente Neto en 35 años, como se muestra en nuestro reciente informe “¿Cuál es la verdadera discusión sobre las pensiones?”.

Para ponerlo claro, con esta idea absurda lo que hacemos es utilizar el ahorro de hoy para endeudarnos más y endeudarnos caro. Por ningún lado es un negocio. Esa deuda terminará empeñando al país, sería insostenible y, como dice nuestro informe “se corre el riesgo de llegar a un punto de insolvencia donde no se puedan efectuar los pagos pensionales a las personas que han depositado su ahorro durante años para asegurar una vejez digna”.

Definitivamente, si se le quiere dar un ingreso a las personas mayores en estado de pobreza, esos recursos deben salir del Presupuesto General de la Nación, para eso hemos reiterado en la necesidad de generar fuentes de ingreso permanentes. Antes de terminar, vale la pena resaltar un último punto: según la propuesta del gobierno, esos $18 billones pasarían del Rais al Régimen de Prima Media (RPM), que es el sistema público. Lo anterior, tiende a recrudecer las fallas estructurales del régimen público, las cuales se han demostrado aumentan la desigualdad en Colombia. La discusión en el tema pensional debe dirigirse entonces hacia una reforma estructural que solucione de fondo los problemas del sistema. En Anif hemos venido trabajando en una propuesta minuciosa, tema sin duda para una próxima columna.