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Analistas 17/10/2018

Red social de la violencia

Manfred Grautoff
Consultor de seguridad nacional

Durante las últimas semanas el país ha tenido que soportar nuevamente noticias trágicas sobre violencia contra niños. El caso de la pequeña Génesis, muestra el horror y estado de degradación a la que un ser humano puede llegar.

Cuando se revisan las cifras de violencia de acuerdo al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), se puede dimensionar la magnitud de la tragedia que sufren, de 15 millones de menores de 18 años, 10.000 son víctimas de violencia al interior de los hogares. Es decir, el sitio más peligroso para un niño, es su propio hogar. Ahora, las estadísticas requieren un análisis técnico para poder tomar decisiones de política publica que los proteja.

Con el propósito de dar una mejor compresión a las estadísticas, el Profesor Andrew Papachristos en la Universidad de Yale, desarrolló una investigación de cómo la violencia se transmite a través de las interacciones sociales, esto es, la red social que puede llevar a predecir con bastante precisión, qué personas podrían ser víctimas de crímenes violentos.

Este investigador y su equipo tuvieron acceso al récord criminal de un millón seiscientas mil personas que fueron arrestadas en la ciudad de Chicago entre 2006 y 2014, estos registros fueron correlacionados con una segunda base de datos que contenía la información de las personas que resultaron heridas o fallecieron por efectos de disparos con armas de fuego.

La conclusión a la que llegaron es determinante, porque pudieron establecer la existencia de un patrón epidemiológico de violencia que se transmite a la red social entre la cual se mueven a diario estas personas.

Así, una persona con una serie de factores de riesgo asociado, como haber sido arrestado previamente, vivir en un vecindario violento o estar próximo a ese lugar hasta un segundo grado llevan a que la probabilidad de ser victimizado aumenta en 63%, asimismo, esta se verá inmersa en un abaleo 125 días después de haber sido arrestado, siempre y cuando posea estos factores de riesgo.

Ahora, este tipo de metodologías recurre a modelos de big data empleados en identificación de células cancerígenas, por lo que tratar el crimen bajo este enfoque reduce el crimen, porque ataca el delito de forma diferencial.

Igualmente, dentro de los datos encontraron que los niños victimizados se hallaban en una red social con alta probabilidad de ser contagiada por el crimen.

Lo que abre el debate de, por qué para proteger a los menores, se debería colocar bajo observación anticipada a personas con alta prevalencia de ser contagiadas por el crimen y que tengan bajo su cuidado o cercanía a niños.

Lo que no deja de ser polémico, tal como le sucedió a la Policía de Chicago, es esa delgada línea entre la protección de derechos civiles o la protección de los niños. Lo que se debe resolver a favor del más vulnerable, así podrían prevenirse que surjan nuevos hechos donde los niños son las víctimas de la barbarie.

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