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Analistas 13/01/2021

Seis leyes en busca de autor

Como en la obra de Pirandello, “Seis personajes en busca de autor”, donde los protagonistas piden que les den realidad porque el autor, después de concebirlos en su imaginación no los escribió en el papel, existen seis proyectos de ley en igual limbo existencial, concebidos en la imaginación del Presidente, pero no escritos en la obra del Gobierno.

Se trata de las reformas laboral, pensional y de salud; la ley estatutaria de justicia y las reglamentaciones a las consultas previas y a las licencias ambientales. Toda una agenda legislativa que, a dos años y medio de mandato, todavía sigue en veremos. Y ya no hay excusas. Decir que todo era un problema de mermelada cuando los reportes que salen del Congreso afirman que los parlamentarios están en grave riesgo de un shock por hiperglicemia, es quedarse con el pecado y sin el género.

La coalición de Gobierno que se tiene desde hace un año y medio se debe aprovechar para adelantar una agenda de reformas más ambiciosa de lo que se ha visto hasta ahora. Es cierto que la emergencia del covid-19 desplazó la atención del Gobierno y que el Congreso estuvo paralizado durante meses, pero ya todos estamos en el nuevo normal. Además, ¿qué mejor para la reactivación económica que impulsar normas que aseguren la sostenibilidad fiscal, la inversión privada y el servicio sanitario?

Tomemos, por ejemplo, las consultas previas. Este derecho, como todos los derechos, es sujeto de reglamentación. En la actualidad, por decisiones irresponsables de la Corte Constitucional, la consulta previa se ha convertido en la principal talanquera al desarrollo productivo en las regiones. Desde hace varios años existe un proyecto que corregiría muchos de estos abusos sin alterar las prerrogativas de las comunidades étnicas. Solo falta voluntad política.

Lo mismo ocurre con las licencias ambientales, otro viacrucis que deben recorrer los inversionistas y contratistas que quieran desarrollar cualquier tipo de proyecto extractivo, energético o de infraestructura.

La crisis social generada por el covid no se resuelve con retórica y con limosnas gubernamentales. Se resuelve poniendo a la gente a trabajar y la única manera de hacerlo es crear las condiciones adecuadas para que la inversión privada fluya. Para esto se requiere un marco que corrija las tremendas inequidades del régimen pensional (que favorece a las altas pensiones de políticos y jueces), un régimen tributario que haga a pagar a los que no pagan, un ajuste del sistema de salud (con reglas estables, aseguramiento y recursos) y un régimen laboral pro empleo.

Lo demás son arandelas. Este Gobierno será recordado por las reformas que logre aprobar y no por la administración de problemas de coyuntura, por graves que sean. La reconstrucción de Providencia tardará años, como tardó la reconstrucción de Gramalote; la reactivación poscovid igual, como ocurrió después de la crisis financiera del 99 y al proceso de paz le quedan por lo menos dos gobiernos de implementación. Aunque tarde con las reformas, empecemos ya.

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