.
Analistas 09/11/2022

‘NS’: una oportunidad para Colombia

Desde el pasado 7 de agosto he estado atento a los mensajes económicos del gobierno y me ha llamado la atención que hablan muy poco de crecimiento económico. Me sorprende especialmente porque dicen ser un gobierno que busca reducir la pobreza y todo el mundo sabe que sin crecimiento económico es imposible hacerlo. De lo poco que han dicho es que quieren ampliar la canasta exportadora, pero no especifican como. Yo les tengo una idea. Aprovechemos el ‘Nearshoring’.

‘Nearshoring’ es un término que describe la relocalización de cadenas de suministro más cerca de los mercados. Este fenómeno se viene dando por varias razones. En primer lugar, porque la globalización está en crisis desde antes de la pandemia ya que en Occidente se le acusa de contribuir a la desigualdad y de favorecer a las élites empresariales a costa de los trabajadores. El Brexit y el Trumpismo son consecuencias del desencanto con la globalización. En segundo lugar, durante la pandemia quedó en evidencia que las cadenas de suministro largas son muy vulnerables a shocks de cualquier naturaleza. En tercer lugar, la tensiones geopolíticas entre los dos gigantes económicos del planeta -EE.UU. y China- vienen produciendo un desacoplamiento económico entre ellos, al punto que hoy libran una guerra fría económica. En cuarto lugar, a la hora de escoger donde producir, muchas empresas le están dando más importancia a consideraciones de índole social, ambiental y político que a la del bajo costo. Por último, las empresas quieren reaccionar más rápido a cambios en la demanda y no lo pueden hacer si su plazo de entrega de un proveedor es demasiado largo.

Por todas estas razones muchas empresas están repatriando sus operaciones de manufactura o de servicios a su mercado de mayor consumo o a países cercanos. Esta tendencia es especialmente visible en EE.UU. El mayor beneficiario del ‘Nearshoring’ americano por ahora es México, que por su proximidad geográfica, sus costos competitivos y su acuerdo de libre comercio con EE.UU. es la elección natural para empresas americanas buscando reubicar sus operaciones. Sin embargo, si los empresarios colombianos y el gobierno se percatan de esta oportunidad, nosotros también podríamos beneficiarnos de esta realidad. Desde la costa Caribe colombiana estamos a escasos 5 días de tránsito marítimo a varios puertos de EE.UU. como Miami y Houston.

En mi condición de directivo de un grupo empresarial colombiano, soy testigo de que esta tendencia es real y que ya está asomado su cabeza por estas tierras. Por primera vez la compañía que dirijo está exportando a EE.UU. a empresas que anteriormente se abastecían de China. También estamos viendo otra faceta del ‘Nearshoring’ que consiste en que empresas multinacionales que operan en Colombia buscan compañías locales que les maquilen productos que actualmente traen de México, Brasil, Europa o EE.UU. Después de la pandemia algunas multinacionales se dieron cuenta que es mejor tener producción local para evitar los costos asociados con fletes elevados, inventarios altos y agotados en su cadena de suministro. Como muchos no tienen interés en montar un planta, buscan aliados locales que les produzcan.

¿Qué puede hacer el gobierno para aprovechar esta realidad? Varías cosas. Primero, no subir demasiado el salario mínimo. Segundo, eliminar trabas a las exportaciones. Tercero, mejorar la infraestructura de carreteras y puertos. Cuarto, vigilar que no se suban demasiado los costos energéticos. Y finalmente, lo más importante, no seguir deteriorando la imagen de Colombia en el exterior mostrándonos como un país inestable para hacer negocios.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA