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Analistas 22/01/2021

Viene la nueva radio

En las últimas semanas el proceso de emisoras comerciales que anunció desde el año pasado el MinTIC ha recibido presiones grandes para que avance rápido y también otras presiones para frenarlo. Como se trata de un recurso escaso del Estado, el espectro radioeléctrico, las normatividades y procedimientos que se deben cumplir tienen un trámite ordenado y estructurado. La Agencia Nacional del Espectro ha venido acelerando la revisión técnica y la disponibilidad de frecuencias por todo el territorio nacional, y por el lado jurídico MinTIC viene adelantando toda la documentación que se requiere.

Como explicaba en una columna anterior sobre este tema, en las regiones de Colombia hay muchos empresarios y políticos interesados en obtener las frecuencias. Algunos empresarios que ya tienen varias emisoras, unas encadenadas y otras no, quieren expandir su capacidad instalada, apalancados en contenidos que tendrían muy pocos costos marginales incrementales. Los políticos, muchos de ellos con la mirada en las elecciones del año entrante para Cámara de Representantes, y otros para aspirar a las alcaldías y gobernaciones, buscan amplificar su mensaje electoral y luego mantener un canal de comunicación con su comunidad.

Hay otro tipo de empresarios que tienen medios no radiales y quieren complementar su portafolio. De manera similar, hay empresarios que se han dado cuenta de la fuerza que tiene la radio en un país como Colombia, en donde por muchos años más, la gente seguirá informándose y acompañando sus espacios familiares y laborales con los contenidos de entretenimiento, musicales y demás. Tristemente hoy hay miles de personas que viven solas, adultos mayores, los que estudian en el exterior y otros nichos que por muchas horas al día prenden un radio como única compañía.

Los que intentan frenar el inicio del proceso del MinTIC aducen que la torta publicitaria se dividiría mucho más. Es cierto que estamos en un mercado a la baja, no solo por la coyuntura mundial de la pandemia, sino por la caída natural que trajo la canibalización de internet. La pauta se fugó hacia otras plataformas, pero eso no quiere decir que la radio desaparecerá. Recordemos que cuando aparecieron los aviones, las compañías de barcos y trenes reinventaron sus industrias y hoy siguen existiendo con otro tipo de experiencias. Las salas de cine no van a desaparecer porque llegaron las plataformas OTT, cuando se logre volver a cine será distinto, con otros costos y otras experiencias. Igual va a pasar en la radio. La industria tendrá cambios dramáticos. Cambios en contenidos, formatos, tecnologías, convergencias y sinergias. Viene una expansión del fenómeno de involucrar a las audiencias en la toma de decisiones de contenidos.

Todo eso supone un gran cambio de paradigma. Hoy los que están tomando decisiones administrativas dentro de las empresas radiales, motivados por bajar costos y seguir siendo rentables, también tienen la posibilidad de ampliar oferta vía volumen en nuevas ciudades. El capital político y la experiencia regional de la ministra Karen Abudinen deben aprovecharse para darle puntapié inicial al proceso de una vez y no dejar pasar el resto del semestre. El proceso no se puede empantanar con la cercanía del año final del gobierno actual.

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