Máximo mínimo

Comenzaron esta semana, como todos los años por esta época, las negociaciones entre trabajadores y empresarios por el aumento del salario mínimo que se debe materializar a partir del primero de enero de 2023. La cifra definitiva trae expectativas altas, debido al aumento de hace un año propuesto por el gobierno anterior de 10%. Todos coinciden en que ese aumento ya se lo comió la inflación acumulada. Va a ser muy difícil que los trabajadores acepten una cifra menor a esa, y algunos sindicatos inclusive están pensando en proponer un 20% de aumento.

Lo que se ha sabido es que el gobierno quiere una cifra conciliada, que va a ser muy difícil de lograr por la distancia entre propuestas. La ministra de Trabajo se va a estrenar en esta situación que desconoce, y ojalá que los que saben del tema le ayuden para no caer en decisiones que sean financiera o legalmente inviables. Suponiendo que la ministra no cae en posiciones absurdas o ideas que vienen de otros universos, las negociaciones son igualmente complicadas.

La reunión inicial ya ocurrió, y tuvo como ingrediente la propuesta del Dane con tres metodologías diferentes sobre las cifras. No se revelaron los porcentajes pero se sabe que dos de ellos son significativamente diferentes. Cada una de las partes comienza ahora su lucha política para defender una postura. Pienso que el gobierno Petro quiere, al menos por esta vez, evitar tener que definir el aumento por decreto. Es posible que terminen definiendo un escenario que oscile entre 12% y 14%. Los gremios de empresarios y las centrales de trabajadores deberían tener en cuenta ciertos ingredientes para el análisis.

Al finalizar 2022 tendremos un aumento de $600 en gasolina de este último semestre que necesariamente va a golpear a todas las industrias. Este impacto transversal traerá mayor inflación a la que tenemos actualmente. Por otra parte viene el impacto que tendrán los productos importados por la tasa de cambio, un fenómeno que al parecer no se va a resolver globalmente durante todo el siguiente año. Los analistas hablan de riesgos de recesión en Europa y nuevos aumentos de tasas en Estados Unidos por parte de la Reserva Federal. En la práctica tendremos un dólar alto sostenido durante el período. La reforma tributaria aprobada va a traer aumentos de precios de manera indirecta, y en algunos productos específicos de manera directa. El único fenómeno que puede jugar en favor de nuestra economía es si durante el siguiente año se consolidan las exportaciones a Venezuela. Por lo que dicen algunos empresarios de la frontera, la normalización del comercio ha iniciado pero el camino es muy largo y lleno de obstáculos, especialmente para los vecinos.

Los empleados van a querer siempre el máximo mínimo posible. La diferencia entre empresarios y empleados es que unos miran bolsillos individuales mientras otros miran el agregado. Por esto la discusión es muy poco fluida. Una cosa es hablar de porcentajes de forma abstracta, otra es con las cifras reales. Además debemos recordar que siempre el tema de porcentajes se debe mirar simultáneamente con la base. Una cosa es subir 10% a un millón de pesos y otra a $1.000 millones. Ojalá por el bien del país lleguen a un acuerdo todos que sea razonable.