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ANALISTAS

Innovación de Calidad en el Limbo

miércoles, 18 de julio de 2012
La República Más
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Al cuestionarme sobre el diagnóstico de la innovación en Colombia, no dudo que está en el limbo, una condición que si continúa así, puede terminar de someternos a la condenación del atraso y la aberrante dependencia del conocimiento de calidad, con el agravante de alejarnos cada vez más de la salvación que da la gloria de la verdad al poder aportar en el estado del arte del saber y la producción.

Al mirar la problemática coyuntural en todo su contexto, manifiesta con la renuncia del director de Colciencias, es preciso admitir que ésta crisis está fundamentada en la politización en el alto gobierno y debo decir en el mismo Colciencias, de un tema ante todo técnico, lo cual ha producido los cataclismos y desplazamientos que se han dado entre monopolios obtusos de la supuesta verdad, aun por develar.

Esta suerte de castigos y premios otorgados por el alto gobierno al politiquero que resulte más o menos creíble, lo único que hacen es distraer y desenfocar, en lugar solucionar sentidos problemas y necesidades. Una política pública de innovación politizada y paralizada en una cacería de brujas derivada de apetitos burocráticos sustentados en falsas pretensiones técnicas, por lo tanto con erróneas respuestas.

En Colciencias la administración saliente y porque no decirlo las pasadas, han estado subyugadas a prescripciones equivocadas en el tratamiento de las fallas y deficiencias que padecemos, cuyo principal síndrome, la captura de los grupos de interés, no permite una visión y solución holística, que ha hecho metástasis con el influjo politiquero imprimido por la dirección y subdirección general que se va.

La respuesta de Colciencias a algunos de los reclamos sobre el tema presentados en esta columna, son unas ventanas defensivas que copian de manera inapropiada las iniciativas que promuevo, como por ejemplo los incentivos para movilizar expertos internacionales para hacer investigación y desarrollo solo focalizados en el entramado productivo actual. Veremos qué pasa con la convocaría para diseñar instrumentos financieros y fiscales que estimulen inversión privada en innovación.

El DNP padece del súper ego tecnócrata cuya voz resuena con gran impacto entre todas las entidades públicas en todos los niveles, sin embargo sobre la innovación está enfrascado entre los dilemas resultantes de las agotadas cartillas y libretos, por lo cual y dado lo antes mencionado, cedió su influencia al apoyar al MICT en el otorgamiento de privilegios y prerrogativas antes de Colciencias.

El MICT es el gran ganador en ésta contienda de recursos y burocracia a través de Bancoldex y la recién creada Innpulsa Colombia, entidades que siguen centradas en atender las posibles necesidades de los grupos de interés actuales, lo cual está bien pero es claro que ésta captura impide afrontar otros desafíos trascendentes en materia de cierre de brechas de la innovación científica y tecnológica.

Por demás la banca de desarrollo tal como está planteada, aunque ha mejorado, es un enfoque limitado y reduccionista de la real banca de fomento y desarrollo, que debería tener unas connotaciones más profundas, diferenciadas y con mayor capacidad operativa y financiera.

Al mirar la labor de Innpulsa se observa entonces que sólo responde a la captura interna en las soluciones que ofrece, que insisto está bien realizarlas como la de emprendimiento dinámico, el fondo de modernización e innovación para Mipymes, el programa de innovación y emprendimiento en grandes empresas, o el fortalecimiento económico regional; sin embargo éstas distan muy poco de esfuerzos antes realizados y no constituyen elementos que marquen la diferencia al tratar la innovación de calidad.

Como acá antes lo he manifestado, para promover la innovación y el emprendimiento de calidad es preciso escudriñar un nuevo orden que trascienda lo que tenemos disponible para atraer y vincular capital humano y emprendedor de clase mundial en todas las fronteras de la producción y del saber, en particular y en especial donde no tenemos capacidades pero si el potencial, orden plasmable en las condiciones excepcionales de los Parques de la Innovación que proclamo.

Ante lo acaecido vamos hacia la deslegitimación y desinstitucionalización de la innovación de calidad como la alternativa correcta. Ojo Señor Presidente Santos quiero ayudarlo, por favor déjese ayudar ya que como bien lo decía Charles de Gaulle, “la política es un asunto demasiado serio para dejárselo a los políticos”.

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