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ANALISTAS

De Singapur a Colombia en Innovación

martes, 15 de mayo de 2012
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Dado el periplo de la semana pasada del presidente Santos por Asía acompañado de una distinguida comitiva del gobierno y del sector privado, estimo oportuno y pertinente realizar un parangón sobre el enfoque y la gestión de las políticas públicas para la innovación, sobre todo con Singapur, país que pasó de la posición 7ª en 2010 a la 3ª en 2011, en el ranking mundial de innovación del Insead.

En primer lugar mencionar que en 1960 la diferencia entre el PIB/cápita de Singapur y Colombia era de menos del doble, vale decir el ellos de US$430=/habitante y el nuestro de US$240=. Para 1970 ésta diferencia se triplico, en 1980 se cuadriplico, en 1990 ya era más de once veces y a partir del año 2000 se redujo a más o menos nueve veces, que se ha mantenido hasta 2011 con US$50.100= vs. US$6.200=.

¿Qué hizo entonces Singapur para lograr el desarrollo y alcanzar ese nivel de productividad? Es claro que hicieron lo correcto, desde mediados de los sesenta del siglo pasado se han preparado para convertirse en uno de los países líderes en el mundo en innovación, donde el desarrollo tecnológico ha sido un componente importante del crecimiento económico y social.

Conforme a Poh Kam Wong (2005) a partir de 1965 hasta finales de los 70 iniciaron una transformación económica fundada en la exitosa atracción de inversión extranjera directa en sectores propensos a la alta tecnología, que permitió su despegue industrial. En los 80 desarrollaron plataformas de exportación de alta tecnología con las multinacionales extranjeras, lo cual además de estimular el crecimiento económico, proporcionó beneficios gracias a externalidades como la difusión de tecnología y los derrames de conocimiento.

En los 90 expandieron las capacidades de investigación y desarrollo I+D aplicada de las corporaciones trasnacionales acompañadas de la creación y crecimiento de nuevas entidades públicas de I+D puestas en marcha para apoyar las actividades innovadoras de los productos y procesos de las multinacionales. También desde el inicio de esa década se volcaron hacia la iniciativa empresarial de alta tecnología y la I+D básica, con un énfasis cada vez mayor en las capacidades innovadoras endógenas, la formación de alta tecnología local y la creación de empresas para el avance de las industrias de base científica, sobre todo en ciencias de la vida.

Por basar su crecimiento en sectores intensivos en conocimiento, las políticas públicas han puesto mayor énfasis en el desarrollo de las instituciones y el capital humano necesario para apoyar la capacidad nacional de innovación. Establecieron desde el inicio un Sistema Nacional de Innovación robusto con una compleja red de interacciones dentro del sistema, que ha implicado el flujo de tecnología e información entre la sociedad, empresas nacionales y extranjeras, universidades y entidades gubernamentales.

Singapur a diferencia de muchos otros tigres asiáticos, se enfocó desde un principio en depender de una mayor manera de las empresas multinacionales sobre las locales para dirigir el desarrollo de sus capacidades tecnológicas, por lo cual en lugar de preocuparse por las fortalezas endógenas, aprovecharon principalmente a las empresas multinacionales para generar los desbordamientos de conocimiento y la transferencia de tecnología necesaria para después desarrollar y poner a la vanguardia su capacidad tecnológica nacional.

Por lo tanto desde una perspectiva histórica el Sistema Nacional de Innovación de Singapur según Trevor Monroe (2006) puede ser descrito como la reconversión de uno que inicialmente hizo hincapié en la adopción del conocimiento, en particular, la asimilación y difusión de la innovación tecnológica mediante el aprovechamiento y perfeccionamiento activo de las inversiones de las multinacionales, a un enfoque más equilibrado que pone más énfasis en la capacidad de innovación local y la creación de empresas locales de alta tecnología.

Lo antes mencionado muestra profundas diferencias de enfoque, contenido y eficacia entre Singapur y Colombia, pero además deja al descubierto falencias y vacios en nuestra política pública, que en este espacio consta he mencionado y me esmero en crear consciencia y proponer instrumentos y caminos que solucionen nuestras terribles fallas y errores, lo que continuaré en los próximos artículos.

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