La tecnología en el 2018

Si le preguntan qué fue lo que más recuerda del mundo de la tecnología este año, seguramente mencionará alguna noticia relacionada con Facebook. Y es que no fue un buen año para esa empresa, que estuvo en el ojo del huracán como nunca antes.

En la memoria de muchos se quedará la foto de Mark Zuckerberg, su cofundador, sentado en el Congreso de los Estados Unidos respondiendo a los senadores por la supuesta falta de control de Facebook para impedir que los rusos influyeran en las elecciones presidenciales que ganó Donald Trump en 2016.

Sin embargo, también hubo otras noticias de gran impacto que deben ser recordadas. Por ejemplo, la aprobación del Reglamento General de Protección de Datos (Gdpr en sus siglas en inglés) en Europa, la segunda sede Amazon, el monopolio de Android y toda la discusión que se empezó a tener en torno a la ética en la tecnología.

Europa, con su Gdpr, puso en cintura, desde mayo, a las empresas tecnológicas que recogen, almacenan y/o procesan grandes cantidades de información de residentes de la Unión Europea. Ésta, desde hace ya varios años, estaba buscando cómo atajar el descontrol de las grandes empresas tecnológicas.

Con la Gdpr, además, logró establecer un marco de privacidad internacional que seguramente será replicado en otras regiones del mundo. Pese al fuerte cabildeo que trataron de ejercer las poderosas empresas, la UE se terminó imponiendo y estableció que el incumpliemiento de sus normas podría ser sancionado con una multa equivalente a 4% de ingresos anuales de quien las infrinja.

En Estados Unidos, por su parte, hubo mucho eco durante todo el año de la ciudad que se iba apropiar de la segunda sede de Amazon. Cientos de ciudades y estados compitieron como si de conquistar la sede de un Mundial o de las Olimpiadas se tratara. Finalmente el premio se dividió en dos y Nueva York y el Norte de Virginia fueron las localidades seleccionadas.

¿Por qué fue tan importante la noticia? Por las expectativas de progreso para esas comunidades. Amazon les inyectará a cada sitio US$2.500 millones y cada una generará alrededor de 25.ooo empleos. Además, según indicó la compañía, Nueva York le ofrecerá a incentivos por US$1.500 millones y Arlington US$573 millones. Un negocio redondo.

Y volviendo a Europa, la UE le impuso una sanción por US$3.800 millones a Google por supuestas irregularidades para imponer su motor de búsqueda en todos los dispositivos inteligentes del continente. Con esta medida, la UE se convirtió en el gran policía de las empresas tecnológicas y veedor de los derechos de la ciudadanía. Al parecer, Google le exigía a los fabricantes de celulares a preinstalar el buscador de Google en sus dispositivos. De no hacerlo, Google le impediría usar el Play Store de Google.

En países como el nuestro, la regulación para frenar los abusos de las grandes compañías ha sido nulo. Quizás el ejemplo de la UE nos pellizque para empezar a tener una política contra estas prácticas ilegales y abusivas de las grandes de Sillicon Valley.

Por último, una noticia que no tuvo mucha repercusión mediática pero que manda un buen mensaje de hacia dónde vamos. La renuncia de varios empleados de Google luego de conocerse que esa empresa había aceptado un contrato de Inteligencia Artificial con el Pentágono. Y es que la ética comienza a importar. Veremos cuánto.