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Analistas 23/10/2018

El índice de competitividad

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

En este espacio he reseñado varios ranking en los cuales desafortunadamente Colombia sale cada vez más mal librado. Otro tanto sucedió con la publicación de índice de competitividad del Foro Económico Mundial en el cual quedamos en el puesto 60 perdiendo tres posiciones con respecto al año anterior.

De acuerdo con el informe, “el desempeño en este índice explica más de 80% de la variación en los niveles de ingreso y 70% de las variaciones en el largo plazo”. Igualmente, cree el documento que la agenda de competitividad no es solo compatible sino parte integral de las metas del desarrollo y por tanto estos resultados nos muestran un horizonte poco alentador.

La construcción del índice de competitividad se basa en 12 pilares que van desde instituciones, pasando por temas de salud, competencias, estabilidad macroeconómica, adopción de las TIC, hasta temas relacionados con los mercados laborales y de capitales, entre otros.

La comparación con los demás países es además útil pues permite ver cómo vamos en la región y en el mundo y si los esfuerzos que realizamos se traducen en una sociedad que avanza hacía los estándares de los países más prósperos. En esta columna, nos ocuparemos tan solo del primer pilar, el de las instituciones.

El primer pilar (instituciones) es uno en el cual Colombia se precia, (¡¡Colombia país de instituciones!!) y, sin embargo, resulta ser uno de los pilares con peor desempeño. Mientras en el contexto total ocupamos el puesto 60, en el tema de instituciones ocupamos el puesto 89.

Se entiende por instituciones temas relacionados con criminalidad, justicia, transparencia, independencia de los poderes y el comportamiento regulatorio entre otros. Excepción hecha de la transparencia en la presupuestación, los resultados resultan una alerta importante.

En prevalencia del crimen organizado ostentamos el puesto 135 entre 140 países y en la tasa de crímenes por cada 100.000 habitantes el puesto 131. Esto resultados resultan de mediciones posteriores a la culminación del acuerdo de paz que en teoría nos ha debido arrojar mejores indicadores.

El peso de la regulación gubernamental también debe ser motivo de preocupación. El puesto 123 confirma un tema sobre el cual el Gobierno ha alertado y que en un reciente informe de Planeación Nacional queda evidente al informar que en Colombia se emiten 15 normas y tres decretos diarios. Enhorabuena superar esta manía que tan solo trae incertidumbre jurídica esta priorizado en la agenda del gobierno Duque.

La justicia como institución es otro de los grandes perdedores en esta evaluación, tema que sabemos de sobra todos los colombianos. Por ejemplo, en la medición de la eficiencia del sistema de justicia para dirimir conflictos ocupamos el puesto 121; en independencia judicial, el puesto 112 y defensa de los derechos de propiedad, el puesto 94.

Paralelo a este embarazoso resultado, está la confianza en los servicios policiales que nos pone en el puesto 114 y desde luego aquel de la corrupción que no está desligado de los dos anteriores. En la prevalencia de la corrupción ocupamos el puesto 80.

Flaqueamos en los temas fundamentales de cualquier sociedad: la justicia y la policía. De allí se derivan los otros males relacionados con la criminalidad, la corrupción y la criminalidad. Vemos estos temas ajenos al desarrollo económico pero como bien lo indica este documento, son estos elementos fundamentales de la competitividad de una nación y por tanto de su capacidad de progresar.

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