Querido empresario

En muchas ocasiones damos la libertad por sentada. Ignoramos que es tan fácil de perder que incluso puede perderse rápidamente en unas elecciones. Por eso decía Thomas Jefferson que el precio de la libertad es su eterna vigilancia y es tan diciente la frase inscrita en el monumento a los héroes de la guerra de Corea en Washington que dice “la libertad no es gratis”. El pasado 19 de junio Colombia prefirió elegir la receta que ha llevado a muchos países al fracaso.

Más de la mitad de los electores se dejaron seducir por un proyecto político que vende a la empresa privada como villanos, olvidando que es gracias a los empresarios que los colombianos podemos vivir mejor todos los días. Haber permitido que ese discurso se impusiera es nuestra responsabilidad y demuestra la gravedad de lo que estamos viviendo. Ojalá, este gobierno decida abandonar algunas de sus propuestas para que no caigamos rápidamente como sociedad en la miseria y el hambre generalizadas, todavía está a tiempo.

En Libertank hemos estado recorriendo el país e identificamos que la mayoría de las personas parecen querer menos libertad y más intervención del Estado. Los enemigos de la libertad llevan más de 30 años con una estrategia implacable. Se han tomado los colegios, las universidades, los medios de comunicación, los centros de pensamiento, la justicia y se han apoderado de las redes sociales.

Colombia requiere un profundo cambio de opinión. Libertank nació hace dos años para dar esta batalla. Sin descanso estamos en la calle, en los colegios, con jóvenes, en las empresas y en las redes sociales. Más de 35.000 colaboradores de empresas han participado en nuestras charlas, llevamos más de 2.000 estudiantes de colegios que han asistido a nuestros talleres, tenemos más de 500 jóvenes embajadores de la libertad en 22 departamentos y en redes sociales le llegamos a un millón de personas al mes. Estos números no nos satisfacen. Nuestro trabajo todavía es insuficiente para el desafío que tenemos al frente.

La libertad debe ser defendida, promovida y cuidada todos los días. Creemos que solo basta con apoyar políticos en elecciones. Los políticos en la búsqueda permanente por el poder terminan renunciando a sus principios para acceder a las componendas propias de la política. Hoy la mayoría de partidos políticos renuncian a hacer oposición, a defender sus ideas y los intereses de sus electores a cambio de burocracia que les permita mantenerse en el poder. Es por esto que por más buenas intenciones que tengan, la amenaza de la libertad trasciende la esfera electoral.

La batalla por la libertad requiere de instituciones de la sociedad civil sólidas, que permitan sin cálculos y con contundencia en las ideas hacer un profundo cambio cultural. Tanques de pensamiento y acción que convenzan a cada colombiano que es con más libertad que logra salir adelante, sacar adelante a su familia y tener una mejor sociedad.

Esto hacemos en Libertank. Queremos llegarle con nuestros mensajes rápidamente a millones de colombianos. No es momento de ser indiferentes, o quedarse esperando a que alguien nos defienda, hay que pasar a la acción. Sin libertad económica no hay empresas ni democracia, sin empresas no hay oportunidades, no hay futuro.

Es mejor invertir parte de su patrimonio hoy en defender la libertad que perderlo todo mañana por no haberla defendido a tiempo.