Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

miércoles, 4 de marzo de 2015

Desde ese punto de vista, existen algunos aspectos fundamentales en los que debemos detenernos. En primer lugar, la necesidad de que exista un sistema de salud fortalecido entre la cooperación del sector público y privado; en segundo lugar, un sistema que avance en el fortalecimiento de la inversión de la salud en prevención y promoción, un sistema que tenga en cuenta las situaciones geográficas y condiciones del clima para avanzar en las condiciones propias de cada región y grupo poblacional y un país fortalecido en el empleo y capacidad de trabajo con el fin de garantizar el financiamiento del sistema de salud.

Es claro que hoy en día es desafío de las economías que pretenden ser pujantes y competitivas en el mundo, la necesidad de fortalecer las condiciones de vida y el mejoramiento de las mismas en el respectivo país, alcanzando para ello un óptimo sistema de salud. En este propósito, es importante que tanto el estado como el sector privado se comprometan a cooperar en el cometido de mejorar los sistemas en los países, en el caso de Colombia el sistema privado alcanzó un 35% de participación en el aseguramiento en salud en años anteriores, mientras que en otros países de la región apenas en un dígito se reporta la cifra de participación del sector privado como en Venezuela y México (Datos de la Fundación Mapfre). Es así, como aparece la posibilidad hoy en Colombia y en otros países de la región de avanzar en la integración del sistema dando la alternativa a los nacionales de escoger su aseguramiento en salud en el sector público o bien sea en el privado. Sin embargo, aunque Colombia desde la década del 90 ha emprendido este camino y abierto estas posibilidades, hay otros escenarios a los que podemos caminar, por ejemplo, es el caso de Uruguay en el que la participación del sector privado ha apuntado no solo al aseguramiento sino a la prestación de servicios de la salud.

De otro lado, debe mencionarse la importancia de que desde la planeación del Estado y de la administración de los recursos de la Seguridad Social se avance en la inversión a la prevención, pues es esta iniciativa la que reduce costos de cara a evitar la asunción por el Estado de los tratamientos de paliación y eliminación de la patología en enfermedades de alto costo por citar un ejemplo, así como de muerte digna, por ello es necesario apuntar a mayor inversión en la prevención; en otros países, las cifras dedicadas a este rubro oscilan entre el 10 y 15% mientras en Colombia no llega al 5%. Así mismo, el empeño en el acceso a medicinas a un menor costo y regulación jurídica de para la participación de los laboratorios que reduzca los costos.

Otra arista para el mejoramiento del sector salud, apunta a la inclusión de la diversidad en el ámbito nacional de las condiciones tanto geográficas como culturales y sociales que ponen en riesgo la salud, de un lado el clima y enfermedades tropicales, como inadecuadas condiciones ambientales, representan una grave amenaza frente a algunas enfermedades que requieren especial atención de parte del Estado y destinación de recursos y de otro lado, condiciones como el abuso sexual en las familias, el machismo que lleva a los múltiples compañeros sexuales y el desplazamiento forzoso, que trae consigo la prostitución forzada, comportan en algunas regiones el aumento en enfermedades de alto costo como el VIH o de transmisión sexual.

Por último, la necesidad de fortalecer el empleo a la mayor parte posible de la población, pues reduce los costos al régimen contributivo y permite la competencia dentro del sector privado altamente extendido en Colombia y exige por parte de los oferentes de los servicios mayores estándares de calidad en la prestación del servicio. El mejoramiento del mentado sistema de salud, apunta igualmente a la cohesión con la edad de jubilación que creciendo en Colombia requiere financiamiento de la mano de empleo real y de óptimas condiciones de vida de los ciudadanos que puedan aportar con sus cotizaciones y aliviar la provisión de recursos al sistema.

He ahí los esfuerzos a que debe apuntar el país, sobre todo en las garantías jurídicas, en aras de una mejor salud para su competitividad y el trabajo que JAM se viene planteando para ser propositivo en estos temas.