viernes, 24 de octubre de 2014
Un vaquero de juguete llamado Woody y un aventurero espacial, Buzz Ligthyear, son los protagonistas desde 1995 de tres películas de Toy Story. Dos años después de su estreno, obtuvo ante la Superintendencia de Industria y Comercio el registro de su marca sin imaginar que generaría problemas a la marca Toy Two of You para esmaltes.
Años después del registro del Toy Story, 16 exactamente, estuvo a punto de ser la causa de la negativa del registro del signo Toy Two of You solicitado por la empresa colombiana Two of You,cuya petición tuvo un final feliz en segunda instancia. Luego de una negativa y una solicitud de apelación de la decisión, el superintendente delegado para la propiedad industrial, José Luis Londoño, decidió que el signo sí es registrable y revocó la resolución de Dirección de Signos Distintivos.
“Toy Story es una marca muy bien posicionada en el mercado, y considero que el consumidor sabría diferenciar muy bien ambos productos. Por esta razón, comparto la decisión de la revocatoria por parte del Superintendente”, explicó la abogada especialista en propiedad industrial, Carmen Julia Monroy, de Wolf&Méndez.
Todo comenzó cuando Two of you presentó la solicitud ante la SIC, el 17 de octubre de 2013, para distinguir esmaltes para uñas, removedores, dilusores de esmaltes, regeneradores de uñas y cutícula, fortificantes y otros, que están comprendidos en la clase 3 de la Clasificación Internacional de Niza.
Una vez se publicó el extracto que informaba de la intención del solicitante no se presentaron oposiciones; sin embargo, la SIC está obligada a realizar el análisis de registrabilidad del signo solicitado.
Durante el proceso, la Dirección de Signos Distintivos encontró que Disney Enterprise, tiene registrada la marca Toy Story en la clase 3 desde 1997 para distinguir champú, colonias y otros productos de cuidado personal. Frente a este hallazgo, la entidad dijo “los signos en estudio apreciados en conjunto de manera sucesiva y no simultánea, presentan similitudes susceptibles de generar confusión o de inducir a error al público consumidor”.
En consecuencia de lo anterior, en primera instancia la Dirección determinó que el signo solicitado se encuentra incurso en la causal de irregistrabilidad literal A del artículo 136 de la Decisión 486 de la Comunidad Andina que dice que no se pueden registrar aquellas marcas que se asemejen o sean similares a una ya registrada.
Ante esta decisión, Two of you apeló argumentando que las marcas cotejadas no comparten 100% de las letras que las conforman, presentándose una clara diferenciación ortográfica y sobre todo visual. “Si bien comparten la expresión ‘Toy’, la solicitada está acompañada de dos elementos más que la diferencian”, dice el documento de apelación.
Ante lo dicho por la defensa, el superintendente señaló en la resolución que “los argumentos del solicitante desvirtúan los elementos de juicio adoptados por la Dirección y los fundamentos aplicados para tomar la decisión”.
El abogado especialista en propiedad industrial, Guillermo Navarro, de Muñoz Abogados, aseguró que comparte “la decisión de la delegatura en el sentido de revocar la negación porque era una interpretación exagerada, y fuera de contexto de la de la Dirección. Hay suficientes diferencias para registrar la marca. No hay confusión y muestra de eso es que el mismo Disney no presentó la oposición”.
Toy Story Toy Story es una de las películas más populares de la compañía Disney Pixar, y fue la primera que se creó completamente con imágenes generadas por ordenador.
El filme recaudó casi US$70 millones la primera semana de su estreno en Estados Unidos, lo cual la sitúa en tercer lugar en la lista de películas de animación que más beneficios han obtenido en la historia, detrás de otros clásicos de la misma empresa, como El Rey León y Aladdin.
La película sobre la vida secreta de los juguetes con Woody y Buzz Lightyear como protagonistas, fue hecha con sólo US$30 millones y por 110 personas.
Toy Story 3D recaudó US$12,5 millones el primer fin de semana en Reino Unido.
La opinión
Carmen Julia Monroy
Abogada especialista en propiedad industrial de Wolf&Méndez
“Toy Story es una marca muy bien posicionada en el mercado, y considero que el consumidor sabría diferenciar muy bien ambos productos. Por esta razón, comparto la decisión de la revocatoria por parte del Superintendente”.
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