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ANALISTAS

Tarifas de energía eléctrica y competitividad industrial

miércoles, 28 de agosto de 2013
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La transformación de Colombia hacia un país moderno está íntimamente ligada al incremento de la competitividad industrial, lo que a su vez está relacionado con la innovación, la eficiencia en los procesos y la reducción de costos, entre otros factores. En ese sentido, es lógico que los costos de la energía eléctrica sean un tema importante en el debate.

En 2012, el precio de la energía eléctrica colombiana para la industria, incluyendo impuestos, fue de 11,5 centavos USD/Kwh encontrándonos en un rango medio-alto si se compara con países con los que competimos en los mercados internacionales como Argentina, México, Perú, Chile y Brasil. La tarifa es  inferior a la de Brasil (17,8 centavos USD/Kwh) y Chile  (12,7 centavos USD/Kwh) y superior a la de Perú (8 centavos USD/Kwh). Recientemente, el estudio realizado por el Centro de Estudios en Economía Sistemática (2013), contratado entre otros por la Andi, ubica a Colombia en el rango medio si se compara con los países de la OCDE, organización a la que el país aspira a pertenecer. Esto quiere decir, que si bien no tenemos la tarifa más baja, tampoco tenemos la más costosa.

También es muy importante tener en cuenta que, como lo muestra la Unidad de Planeación Minero-Energética, el costo de la energía eléctrica representa tan solo el 2,0% de los costos industriales agregados. No obstante, en algunos subsectores como el cementero, el siderúrgico y el químico la participación puede ser cercana al 10%, y en no muchos casos, en empresas específicas, dicho componente puede alcanzar valores superiores al 30%. En síntesis, la energía eléctrica no es el factor más incidente sobre los costos del sector industrial como un todo.

Sin embargo, esto no quiere decir que este Gobierno no se ha preocupado por el costo que representa para los industriales. Eliminamos la contribución industrial del 20% de la tarifa de energía eléctrica lo que está generando ahorros muy importantes en el sector manufacturero.

Estamos promoviendo medidas para mejorar la eficiencia en la formación del precio de la energía eléctrica, enmarcadas dentro de la arquitectura institucional del sector que ha probado ser lo suficientemente sólida para garantizar el servicio, no sólo a precios eficientes, sino también con criterios de seguridad y confiabilidad en el suministro.

Una buena ilustración de lo anterior es observar que desde 1994 Colombia nunca ha sufrido racionamientos, cifra que contrasta con los 272 días de interrupciones en el servicio que ha tenido Brasil, país cuya tarifa para la industria se equipara a la nuestra en los últimos años.

En esta oportunidad quisiera destacar un par de medidas que nos permitirán seguir fortaleciendo este sector, garantizar la firmeza del servicio y disminuir su costo del servicio. Con las subastas del cargo por confiabilidad se viabilizó la construcción de 11 nuevos proyectos que ampliaran la capacidad de generación del país en 15% en los próximos dos años y medio, a partir de los 14.4 GW actuales. Adicionalmente, esperamos que el costo de la generación de seguridad debida a restricciones se reduzca por efecto de la construcción de una planta de regasificación en el Caribe colombiano para importar gas natural licuado, que esperamos entre en operación a finales del 2015.

En conclusión, nuestro sector energético no es un obstáculo para la competitividad del sector industrial; por el contrario, tiene una institucionalidad que le ha permitido cumplir con los criterios de sostenibilidad y eficiencia establecidos en la Ley.

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