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  • Kevin Steven Bohórquez Guevara

martes, 21 de febrero de 2017

En primera instancia, la Compañía Integral S.A solicitó el registro de Kingrice, pero la SIC consideró que por tratarse de una marca que pretendía distinguir productos para aromatizar y sazonar alimentos, se debía negar el registro y, en esa misma línea, notificar la protección de El Rey.

“Esta decisión se adoptó con base en la semejanza conceptual que evidencia el signo solicitado Kingrice al emplear el término anglosajón “King”, que traduce “Rey”, y la existencia de conexidad competitiva entre los productos que pretende amparar el signo solicitado y los identificados por el signo notorio”, señaló la Superindustria mediante la resolución número 1119 para notificar la decisión.

Adicional a eso, el despacho evidenció que, dentro del estudio del caso, la marca solicitada podría generar confusiones al consumidor debido a su procedencia empresarial. Y fue justamente por eso que  mediante la decisión, se le otorgó también a El Rey la distinción especial: ser considerada como una marca distintiva que reconoce productos de condimentos.

Según Iván León Robayo, experto en propiedad intelectual de la Universidad del Rosario, “la notoriedad concede al titular una ventaja competitiva, dado el reconocimiento que tiene la marca por parte del público frente a otras. Por tal motivo, en el caso analizado por la Superindustria resulta factible una posibilidad de confusión con una marca que se encuentra en la mente de los colombianos como lo es El Rey, pues los productos o servicios que pretende cobijar el solicitante son los mismos, de acuerdo con la Clasificación de Niza”.

Por estos motivos, la SIC señaló que si daba el registro de la marca solicitante podría llevar a que El Rey perdiera la fuerza distintiva o el valor publicitario que reconoce su calidad en condimentos.

Y frente a dicho análisis, confirmó que no se procedió a imponer ningún recurso de apelación por parte de la empresa opositora. La SIC entonces notificó a la marca El Rey de su distinción notoria frente a los consumidores. 

Para Carlos Amaya, socio de Amaya Propiedad Intelectual, la decisión de que  la delegatura centrara su análisis en un tema semiótico fue acertada, ya que se debe tener en cuenta que la marca solicitada Kingrice es de “fácil comprensión para el público consumidor, por lo que este fácilmente sería inducido a pensar que el nuevo signo consiste en una versión en idioma inglés de la marca registrada El Rey”.

Cabe señalar que cominos El Rey lleva 70 años en el mercado. Su protección se da luego de reconocer el alto valor de difusión que tienen sus productos en los consumidores.

Antecedentes

En 2010 la Superintendencia de Industria y Comercio consideró darle un reconocimiento distintivo a la marca El Rey. Adicional a eso, se estableció que dentro del grupo 30 de la Clasificación Internacional de Niza, El Rey tendría una fuerza distintiva, ya que la marca cuenta con una calidad reconocida y unas características especiales para reconocer productos alimenticios de origen vegetal.

La opinión

Edgar León Robayo
Experto en propiedad intelectual de la Universidad del Rosario

“En el caso analizado por la SIC resulta factible una posibilidad de confusión con una marca que se encuentra en la mente de los colombianos como lo es El Rey, pues los productos o servicios, son los mismos”.

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