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Analistas 22/05/2017

Selección Natural

Pilar Ibáñez
Consultora bienestar organizacional
La República Más
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En el mundo, año tras año, se desarrollan guerras y la lucha es por la supervivencia con la idea según la cual los más fuertes son los que sobreviven al ambiente, entendiendo al fin la Teoría de la selección de las especies planteada por Charles Darwin, en que algunas especies cuentan con mejores atributos que otras, lo que les permite conservarse. Esta teoría en su momento sirvió muy bien a los intereses de Hitler: pésima lectura de la teoría de la selección natural. La observación de Darwin partía de la adaptación al ambiente, de allí que dijera “no son las especies más fuertes ni las más inteligentes las que sobreviven, sino las que mejor se adaptan al medio”.  

De allí que la adaptación a los cambios culturales, sociales, económicos, políticos sea vital para sobrevivir. Si a esta teoría se le mezcla el aprendizaje y observación de Steve Jobs, quien decía que “la innovación es lo que distingue a un líder de los demás”, y la innovación lo que hace realmente es una mejora para adaptarse a los cambios del entorno, hay algo a lo que definitivamente se debe poner mucha atención. 

Muchas empresas y personas hoy sufren por los cambios, lo cual se ha convertido para algunas empresas en la piedra en el zapato de los procesos de innovación, y es la constante resistencia al cambio. 

Considerando la adaptación y la innovación como puntos clave para la supervivencia y la felicidad de los seres humanos y por ende de las empresas, aquí van cinco consejos para adquirir dicha habilidad. 

Primero, dejar el control. Muchas personas quieren saberlo todo, controlarlo todo. Dicen que delegan, pero en realidad no confían en que nadie pueda hacer tan bien las tareas como ellos, lo cual genera mucho estrés. Confíe y cambie el control por el seguimiento bien retroalimentado.  

Segundo, mirar el presente y el futuro. Si está todo el día trayendo su pasado, y pensado en cómo era su vida antes, no solo se está perdiendo el presente, sino que está viviendo un futuro involucionado, es decir en loops o círculos viciosos que no llevan sino al mismo lugar, la depresión. Suelte el pasado y construya mirando al frente para no tropezar.  

Tercero, la resiliencia. Es una virtud lograr después de una caída volver a levantarse, pero mejor aún si se levanta, mira lo positivo de la situación, analiza y brinca al siguiente nivel. Cada cosa que le ocurre en la vida tiene una razón de aprendizaje y prueba para llevarlo al siguiente nivel, entenderlo requiere de observación, análisis y acción. 

Cuarto, ser flexible. Si es verdad que “todos los caminos llevan a Roma”, ¿por qué se empeña en coger siempre el mismo camino o el que todos toman? Miedo. Ser flexible ayuda a ser creativo, tener alternativas y a hacer que la vida sea extraordinaria y lo sorprenda. 

Quinto, saltar de la zona de confort. La zona de confort nadie sabe con exactitud lo que es, pero todos hablan de ella, aunque en realidad es la cárcel mental en la que cada uno vive, para controlarlo todo. No solo salga de allí sino también salte, brinque, ¡haga algo! Y no se pierda de cosas interesantes, gente maravillosa, momentos extraordinarios. Recuerde que la zona de confort trabaja con dos amigos el autosaboteo y la parálisis mental.  

Entonces, deje de querer sobrevivir, más bien viva la vida y la única forma de hacerlo es con actitud pase lo que pase.  

Todo se resume en lo que decía Leonardo Da Vinci “no estamos ante una época de cambios, sino ante un cambio de época”.

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