Rajoy exige a la UE una unión energética y un pacto comercial con EE.UU.

En muchos aspectos, la situación es distinta a la de hace un cuarto de siglo: la UE pelea por salir de una Gran Recesión que ha abocado al rescate total a cuatro Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre, y a otro, España, a un rescate parcial. Pero algunos de retos a los que se enfrenta la UE son parecidos: la necesidad de hacer frente a los retos económicos de la globalización, el desafío expansionista de Rusia en la frontera oriental o el encaje del Reino Unido en la comunidad -con un referéndum de permanencia anunciado para 2017-.

Con este escenario, el presidente español se centró en varios ejes sobre los que debería pivotar la política comunitaria: la creación de una unión energética europea que garantice la seguridad de los suministros y la independencia política del continente; la necesidad de alcanzar un buen acuerdo de libre comercio con EE.UU., que permite impulsar ambas economías y generar empleo; el diseño de una política exterior y de seguridad común que permita a la UE "generar seguridad", en lugar de depender de otros para ello; y unificar las políticas migratorias, para que las fronteras de la UE se gestionen de forma y con recursos comunes.
 
Mariano Rajoy acudirá esta tarde a Bruselas para reunirse con jefes de Estado y de Gobierno de la UE. El encuentro, que se prolongará hasta mañana, tratará específicamente la política europea de cambio climático y de energía. España y Portugal pedirán a sus socios un compromiso firme para mejorar las interconexiones energéticas de la península ibérica con el continente. En la práctica, se trata de vencer las reticiencias de Francia, que se opone a la idea por motivos técnicos y presupuestarios y, sotto voce, para proteger su industria nuclear, controlada de facto por el Estado.

Una unión energética
Rajoy ha afirmado que la UE necesita mirar hacia África para reducir su dependencia de Rusia, país del que dependen 30% de las importaciones energéticas de los 28. "El sur, con sus abundantes reservas de gas, puede contribuir a la superación de la dependencia europea del gas del este y puede ayudar a Europa en un momento decisivo", afirmó.

Rajoy ha afirmado que España y Portugal deben ser un "puente energético" entre el Sur y el continente, y por ello ha pedido un compromiso con las infraestructuras de conexión energética: "me atrevo a decir que no hay otra forma más rápida, menos costosa y más eficaz para diversificar las fuentes energéticas e incrementar la seguridad de suministro en Europa".

"Un mercado interior con información y con transparencia sería la mejor garantía de suministro, facilitaría las decisiones de inversión, amortiguaría los 'shocks' del mercado mundial y generaría confianza en productores y consumidores", apuntó el presidente, quien advirtió que mientras esto no se consiga, "Europa seguirá jugando el partido de la competitividad internacional con una mano atada a la espalda".

Tratado de libre Comercio UE-EE.UU.
Sobre el pacto comercial entre la Unión Europea y EE.UU., Rajoy ha asegurado que el objetivo debe ser "un acuerdo ambicioso y equilibrado en los ámbitos de acceso al mercado, coherencia reglamentaria y reglas globales".

Según ha indicado el presidente del Gobierno, "la estimación de los beneficios anuales del acuerdo para el conjunto de la Unión Europea asciende a 119.000 millones de euros y a 95.000 millones para Estados Unidos", algo que, según indicó se traduciría en un ingreso promedio por familia de "545 euros para una familia europea de cuatro miembros y de 655 euros por familia en Estados Unidos".

En clave nacional
Rajoy también alertó contra "nacionalismos secesionistas y excluyentes", ya que ello supondría su debilitamiento y defendió el respeto al Estado de Derecho, frente al que no caben, indicó, "astucias, atajos ni añagazas".

"Una Europa presa de nacionalismos secesionistas y excluyentes correría el riesgo de verse diluida y debilitada [...] No podemos permitir bajo ningún concepto que algo así suceda. El precio que pagaríamos sería demasiado alto y afectaría al fundamento nuclear del proyecto europeo, la integración de los Estados en una comunidad de derechos y valores democráticos", afirmó el presidente del Gobierno.