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  • Natalia Arteaga

martes, 2 de septiembre de 2014

Hoy, por fin quedará radicado en el Congreso de la República la reforma de equilibrio de poderes que contempla tumbar la reelección para varios cargos del Estado, la desaparición del Consejo Superior de la Judicatura y otros. Entre los puntos del proyecto vuelve y juega la implementación del voto obligatorio, que sería llamado “pedagógico”.

El tema no es nuevo y la insistencia viene desde 1949, cuando el representante a la Cámara y primer esposo de la cantante popular, Helenita Vargas, Isaías Hernán Ibarra, en compañía de seis personas más, presentaron la propuesta que pretendía obligar a los sufragantes a asistir a las urnas. Hace 65 años se quisieron imponer multas desde $3 hasta $20 a los hombres mayores de 21 años que incumplieran con el ejercicio del voto.

La reforma señalaba claramente el género, lo que no es ninguna novedad si se tiene en cuenta que la mujer alcanzó dicho derecho solo hasta 1957 -ocho años después de que se concibiera el proyecto- por una reforma constitucional propuesta por el presidente- general, Gustavo Rojas Pinilla en 1954. Doña Carola Correa de Rojas (esposa del General) fue la primera en ejercer su derecho.

En 2006, el actual senador de la Comisión Primera, Roy Barreras, quien milita en el partido de La U, fue el encargado de revivir la propuesta de antaño. Ocho años atrás, el funcionario radicó ante la Cámara de Representantes un proyecto de acto legislativo en el cual proponía la implementación del voto obligatorio para combatir la corrupción política, que fue descartada por falta de consenso.

Por esos días, Barreras le expresó a varios medios nacionales su deseo de ser recordado por impulsar un proyecto de ley que impusiera el voto obligatorio y la lista cerrada para los partidos en elecciones. El último tema también entrará en discusión, por estos días, en el legislativo.

Rodrigo Villalba Mosquera, un político de amplia trayectoria que pasó por la cartera de Agricultura en 1999 y continua vigente con su labor en el Senado por el Partido Liberal, fue hace cuatro años el protagonista de un nuevo proyecto que tenía el mismo objetivo.

De cuatro en cuatro a estado saltando la propuesta que llega nuevamente hoy al Capitolio de manos del gobierno, que quiere recuperar el equilibrio de poderes que viene ‘cojo’ desde 2004, cuando Álvaro Uribe Vélez, le dio vida a la reelección presidencial mediante la modificación por el acto legislativo 2 de 2004 del artículo 197 de la Constitución, así lo explica Luis Frediur Tovar, abogado constitucionalista de la Universidad Javeriana. El especialista califica el voto obligatorio como la negación de la democracia. “El sufragio es un derecho ciudadano, por lo tanto, cada ciudadano tiene la autonomía para decidir si vota o no, nadie debería poder obligarlo. Los deberes son morales y las obligaciones ya hacen parte de lo jurídico”.

Cuando se le consultó sobre la razón por la que la propuesta ha transitado por más de seis décadas sin lograr su objetivo en el legislativo, Tovar aseguró que podría deberse al “temor” que le genera al Gobierno Nacional la regulación de la sanción que se impondría. “Si en Colombia hay tanta dificultad para que se sancionen otras cosas, ¿cómo será con el voto?”.

Con la opinión del constitucionalista coincide Leonardo Acevedo, docente de derecho constitucional del Politécnico Grancolombiano, quien dice que uno puede vivir con un derecho sin necesidad de usarlo. “Dejar el voto obligatorio en una cultura como la nuestra, en la que no le creemos a la clase gobernante, no sería bien visto por los ciudadanos, ya que tendrían que votar para legitimar a un candidato en el que no creen. El abstencionismo refleja esa falta de credibilidad”.

¿Y el voto en blanco sería una opción? Según Acevedo no, porque este tipo de sufragio señala que no se está de acuerdo con algo o alguien, pero legitima la elección.

El Consejo vive sus últimos días
Expertos aseguran que la forma cómo se suplirían las funciones del Consejo Superior de la Judicatura, que tuvo un presupuesto el año pasado de $166.000 millones, no fueron concebidas de la mejor manera y creen, además, que habrían errores de peso que no contribuirían con el objetivo inicial de la reforma que es regular el sistema de pesos y contrapesos. Las funciones de la Sala disciplinaria se trasladarían a la Procuraduría General de la Nación y esto pone a ‘temblar’ a más de uno, por la concentración del poder que tendría el Ministerio Público. Para los temas administrativos, se crearía una Sala de Gobierno, compuesta por los presidentes de las Altas Cortes.

Las Opiniones

Luis Frediur Tovar
Constitucionalista de la Universidad Javeriana
“El voto es un derecho ciudadano, por lo tanto, cada ciudadano tiene la autonomía para decidir si lo ejerce o no, nadie debería poder obligar a las personas. Los deberes son morales y las obligaciones ya hacen parte de lo jurídico”.

Leonardo Acevedo
Constitucionalista del Politécnico Grancolombiano

“Dejar el voto obligatorio en una cultura como la nuestra, en la que no le creemos a la clase gobernante, no sería bien visto por los ciudadanos, ya que tendrían que votar para legitimar a un candidato en el que no creen”.

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