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martes, 10 de noviembre de 2015

Teniendo en cuenta que el desarrollo y las dinámicas urbanas han incrementado los procesos de construcción de obras de infraestructuras públicas, nuevas edificaciones y remodelaciones de predios existentes, entre otras actividades de ingeniería, se vio la necesidad de darle un manejo ambiental a los residuos de construcción y demolición, generados tanto en obras de carácter público como privado, los cuales, en la mayoría de los casos, han tenido un manejo inadecuado desde su generación hasta su disposición final. Además, a la fecha no se cuenta con un número considerable de lugares destinados para su disposición.

Por tanto, el objetivo del decreto, en términos del  proyecto, consiste en establecer los lineamientos y herramientas que permitan realizar una gestión integral de los RCD, dentro de la cual se tenga en cuenta la recolección, transporte, almacenamiento, tratamiento, aprovechamiento, transformación y disposición final, con el fin de disminuir la presión sobre los recursos naturales. 

El proyecto privilegia, por encima de cualquier otra estrategia, la reducción en la generación de los RCD, además fomenta su aprovechamiento y valorización, considerándolos como recursos para su reutilización o reciclaje o, como última alternativa, detallando la disposición final en un sitio debidamente autorizado para ello. De igual forma, establece la obligación de los municipios o distritos frente a la Gestión Integral de los RCD, al igual que las obligaciones de los generadores de los mismos, siendo pequeños o grandes.

Frente a las actividades para la gestión integral de RCD, se incluye  el transporte, aprovechamiento (en el que establece los criterios con que deben contar las plantas para el tratamiento y/o uso de los residuos) y la disposición final, realizada en sitios específicos. Estos últimos deben contar con un plan de cierre formulado e implementado que dé cumplimiento a la legislación ambiental vigente. Dichos lugares preferiblemente serán destinados como zonas de espacio público para fines de conservación, recreación, culturales o sociales. 

Otro punto a resaltar consiste en los incentivos que deben incorporar los municipios y distritos en las licitaciones de obras públicas por el uso de material reciclado, lo cual dará una mayor asignación de puntos a quienes propongan el uso de dicho material en cantidades superiores a las establecidas en las metas.

El proyecto de decreto tiene varias ventajas,  tanto para el medio ambiente como para las empresas que decidan incluir dentro de sus actividades económicas una la recolección de los residuos. Frente a esta labor también pueden realizarse proyectos para el aprovechamiento de residuos de construcción y demolición reincorporándolos al ciclo productivo y económico de forma ambientalmente eficiente. Sin embargo, el problema para el desarrollo de dichas actividades radica en las autorizaciones de las autoridades ambientales, ya que en muchos casos la creación de plantas para el aprovechamiento de RCD requiere la modificación de los instrumentos que se tienen, lo que implica altos costos para las empresas y la obtención de varios permisos especiales que pueden tardar años. 

Se espera que con la aprobación de dicho decreto además se facilite la obtención de permisos ambientales a los particulares que quieran realizar el aprovechamiento de estos residuos para su gestión.