“Me siento muy bien trabajando en Avena Cubana, llevo cuatro meses y lo hago todo rápido. Tengo una tutora que me enseña a hacer las tareas que me ponen en esta empresa. Yo trabajo en el área de Recursos Humanos y es ahí donde ayudo. Pero no solo trabajo, también estoy estudiando en el Sena por las tardes, lo que permite ser mejor cada día y no creer que soy diferente o menos que los demás”, indicó Urrego.
Lo mismo opina José Díaz, otro de los trabajadores de Avena Cubana que desde hace siete meses cumple sin contratiempo sus funciones laborales a pesar de la discapacidad intelectual que presenta.
“Trabajo seis horas al día en Avena Cubana y me siento muy feliz de que me hayan aceptado. Ahorita estoy en el proceso de montaje de las planchas de los palitos de queso, pastelitos de pollo y otras cosas. Son cosas operativas que las personas creerían que no podemos hacer, pero no es cierto. Somos muy capaces”, comentó Díaz.
La entrada de Díaz a la compañía se logró mediante la alianza hecha con la Fundación Best Buddies, una organización internacional sin ánimos de lucro que ayuda a incorporar social y laboralmente a las personas con discapacidad.
“La filosofía empresarial que tenemos en Avena Cubana es apoyar y aprovechar el trabajo de las fundaciones sociales. Uno de nuestros principales aliados en este sentido es la organización Best Buddies, una alianza que comenzó en julio de 2013 y que nos ha permitido tener en nuestra nómina de empleados a importantes colaboradores a pesar de su discapacidad”, explicó Eduardo Rodríguez, subgerente de Avena Cubana.
El vocero agregó que aunque la fundación les coloca un tutor en la primera etapa de la inserción laboral, la cual dura 4 horas diarias, los empleados han avanzado significativamente lo que permitió retirarles el asesor y ampliarles la jornada a seis u ocho horas diarias.
Rodríguez informó que el siguiente paso con esta organización es un proceso de selección de otras 10 personas con alguna discapacidad para trabajar en los puntos de venta, especialmente en unos que operan en la ciudad de Medellín.
“Pero Best Buddies no es el único frente de RSE en el que trabajamos. Tenemos varias alianzas con otras fundaciones, como la que concretamos con Manos Creadoras, que ayuda a niños víctimas de violencia familiar; o la Fundación Misión Hoy, que se dedica a hacer parques infantiles en el Chocó. Con ambas instituciones sociales hacemos importantes donaciones”, dijo el subgerente de Avena Cubana.
Más allá de las fundaciones
Además de la incursión de personas con discapacidad y la ayuda que ofrecen a la población infantil, Rodríguez destacó que la labor social de Avena Cubana agrupa otra serie de actividades más estructurales, como por ejemplo, contratar a mujeres que son la única figura responsable económicamente de la familia.
“Si observan los puntos de venta de Avena Cubana en el país, la mayoría del personal son mujeres. Le damos la oportunidad a esas mujeres de estratos bajos que deben mantener a sus hijos. Esa es nuestra prioridad”, señaló Rodríguez.
“Tenemos un caso que siempre me gusta destacar. A la empresa llegó María Sánchez, una señora a la que le falta una mano, pero eso no fue impedimento para que hoy se desempeñe exitosamente en el área de pastelería de la firma. Ella es uno de los empleados que, a pesar de su discapacidad física, dobla la masa de los productos que hacemos en este departamento. Eso es un buen ejemplo de superación”, concluyó el gerente.
Actividades en pro de la educación de universitarios
Otro de los frentes de responsabilidad social empresarial que lleva adelante el fabricante de avena y productos de pastelería es la educación. Avena Cubana le colabora al Fopre de la Universidad de Los Andes, una especie de fondo económico de la institución académica para mantener la formación de algunos estudiantes. La compañía entrega un porcentaje de las ventas que se logra en dos eventos o ferias que se hacen dos veces al año en las instalaciones de la universidad.
