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  • Sandra Castillo

miércoles, 30 de julio de 2014

Porque es indiscutible la importancia que ha ido adquiriendo en Colombia el valor económico que tienen los bienes intangibles, entre ellos las patentes de invención, lo que ha enfrentado a sus titulares al problema de no saber cómo valorar su patente ni la rentabilidad esperada de la misma. 

Adicionalmente,  es innegable que  el tema ha ido recobrando cada día más importancia, gracias en parte a la promulgación de la Ley 1676 del 23 de agosto de 2013 que amplió el espectro de bienes y derechos que pueden ser objeto de garantía mobiliaria, en la cual se incluyeron los derechos de propiedad intelectual y entre ellos las patentes de invención.

¿Qué puede motivar a un titular a hacer una valoración de su patente?   

Además de la posibilidad de que este bien intangible pueda ser objeto de garantía mobiliaria en los términos de la Ley 1676 de 32013, el potencial económico que  puede representar para su patrimonio, que puede verse reflejado no sólo desde el punto de vista de los ingresos que le puede generar la patente, sino también por el valor que se puede estimar de la misma en relación con su contribución a la tecnología.

¿Qué criterios se pueden tener en cuenta para la valoración de una patente?

La valoración de una patente es un tema que hoy por hoy enfrenta a investigadores tanto nacionales como internacionales al problema complejo de establecer indicadores confiables que permitan reflejar el valor económico y tecnológico de una invención. Entre estas investigaciones, se encuentran las realizadas por la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) según la cual se sugieren tres líneas principales de trabajo para estimar el valor económico de las patentes; estos son: la realización de encuestas, el análisis de datos del procedimiento de concesión de la patente y la utilización de datos financieros como, por ejemplo, el valor de mercado de las empresas, el de las salidas a bolsa, comportamiento de los inversores, etc.

¿Cómo se podría valorar una patente a través de una encuesta? 

La realización de encuestas que sugiere la Ocde para valorar una patente se basa en preguntar a los inventores y titulares de las patentes por el valor económico de las mismas, indagando sobre el precio al que estarían dispuestos a vender su invención, incluidos los ingresos que la patente generaría en los años siguientes, y dentro de los criterios de valoración para determinar la rentabilidad económica se tienen en cuenta por ejemplo actividades de explotación interna, licencias, etc.

¿Y desde el punto de vista del procedimiento de concesión de la patente cómo se podría efectuar esta valoración?

Son innumerables los aspectos que podrían tenerse en cuenta a la hora de valorar una patente siguiendo este criterio; entre ellas se destacan de los estudios realizados por la OCDE, utilizar información sobre la concesión o denegación de la solicitud, el comportamiento en el pago de las tasas de mantenimiento anual o anualidades, ámbito geográfico de la protección, etc.; de igual manera se estima que se pueden obtener datos a partir de fuentes bibliográficas como publicaciones, informes de búsqueda y de examen, oposiciones, litigios, etc.

¿Por qué el valor de las patentes puede ser asociado al ámbito geográfico de protección de la misma?

El hecho de solicitar protección de una patente en el extranjero puede constituir para la Ocde un factor de valoración importante, en la medida en que permite reflejar la disposición de su titular a invertir en los gastos de su protección internacional, entre otros, el pago de las tasas de mantenimiento anual durante toda su vigencia; además contribuye a definir la dimensión de su protección jurídica y con ello el alcance del poder de mercado atribuido a la patente.

¿Una solicitud de patente puede tener algún valor económico que sea representativo?

Indudablemente una patente concedida corresponde a una invención a la que se ha reconocido por la autoridad competente (que para el caso de nuestro país es la Superintendencia de Industria y Comercio), que cumple con los requisitos de patentabilidad, esto es novedad, nivel inventivo y aplicación industrial; así, una patente concedida  tiene valor tanto tecnológico como económico; por su parte, una solicitud de patente podría llegar a tener cierto valor en el mercado, en la medida en que refleja un derecho potencial que puede hacerse valer si se estima procedente su concesión. 

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