.
Analistas 14/04/2014

Los susceptibles multimillonarios de Estados Unidos

Foto: Joel Pett/lexington herald-leader/cartoonarts international/the new york times syndicate
La República Más
  • Agregue a sus temas de interés

Haciendo una desesperada resistencia en The Wall Street Journal, hombres heroicos y oprimidos como Tom Perkins y ahora Charles Koch lo han estado poniendo como sigue: cualquiera que diga cualquier cosa negativa de ellos simplemente es como los nazis, o tal vez como Stalin.

OK, siendo justos el Sr. Koch no dijo explícitamente que sus críticos sean como Hitler o Stalin. A continuación lo que escribió recientemente en una columna de opinión del Journal: “En lugar de fomentar un debate libre y abierto, los colectivistas se esfuerzan para desacreditar e intimidar a los oponentes. Participan de difamación (me consta, siendo el blanco casi diario de sus ataques). Éste es el enfoque que Arthur Schopenhauer describió en el siglo XIX, que Saul Alinsky famosamente defendió en el siglo XX y que tantos déspotas han practicado infamemente. Estas tácticas son la antítesis de lo que se requiere para una sociedad libre, y una señal reveladora de que los colectivistas no tienen respuestas buenas”.

Entonces, tal como lo señaló Jonathan Chait, de la revista New York, el Sr. Koch podría estar refiriéndose a algunos otros déspotas. ¿Tal vez a Francisco Franco?

Y sí, la difamación es la marca del colectivismo. Nunca de los nuncas se vería a The Wall Street Journal haciendo algo así; y los liberales absolutamente nunca son sujetos a ataques personales de los conservadores. Ah, espere …

Pero la libertad de no ser criticado no apunta a constituirse como derecho universal. Es para los creadores de puestos de trabajo. Podríamos llamarlo el “droit du seigneur”.

En cualquier caso, lo interesante es lo susceptible que son estas personas.

Una sociedad donde el ganador se lleva todo

Definitivamente hay momentos en que nuestra sociedad donde el ganador se lleva todo también parece una sociedad donde el quejumbroso se lleva todo; es realmente sorprendente lo rápido que son los multimillonarios para presentarse como víctimas porque algunas personas dicen cosas desagradables de ellos.

Un aspecto notable de este gimoteo es que las cosas desagradables realmente no son tan desagradables. Cuando alguien dice que los hermanos Koch están usando su riqueza para promover una agenda política que los hará aún más ricos, esa persona está haciendo una afirmación de peso, no está participando de difamación; no es lo mismo que, digamos, sugerir que Hillary Clinton sea una asesina. No obstante, los hermanos Koch y Perkins actúan como si fuera algo totalmente vil, como si fuera un ataque contra su libertad.

La otra cosa notable es la escala instantánea de resentimientos, de tal forma que la Ley de Godwin entra rápido en acción. Verá, los liberales critican a los hermanos Koch, así que esto hace que sean iguales a Hitler y Stalin, quienes asesinaban a sus oponentes.

Pero espere, aún hay más. Lo que he estado escuchando de los defensores de los Koch es que gente como yo carecemos de autoridad para ridiculizar a los multimillonarios. Verá, a veces digo cosas sarcásticas sobre los argumentos de la gente que discrepa conmigo, y hasta cuestiono sus motivos cuando dicen cosas que considero obviamente equivocadas. Y eso es como comparar a esa gente con Hitler.

La cosa es que no creo que estas reacciones lloronas sean una simple actuación armada por motivos estratégicos. Pienso que son reales. Los multimillonarios realmente se están sintiendo vulnerables pese a su riqueza y poder, o tal vez debido a ello. Y los apparátchik que sirven al 0.01 por ciento están profundamente inseguros, cultural e intelectualmente, por lo que el ridículo cala hondo.

Es lamentable, en verdad, pero también más que ligeramente espeluznane: cuando la gente con egos frágiles tiene gran poder, cosas en verdad graves pueden suceder.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA