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miércoles, 1 de abril de 2015

De otro lado se resaltan reconocimientos por diversos logros alcanzados en áreas en las que el país es indudable líder regional. Una revisión del Brasil contemporáneo necesariamente lleva a situarse en una gran paradoja que difícilmente se diluirá mientras el Partido de los Trabajadores (PT) permanezca gobernando.

Algunas semanas atrás se presentaron las más fuertes y airadas protestas desde que la presidenta Rousseff está en el poder. Cientos de miles de brasileños salieron a las calles, a largo y ancho del país, a demostrar su inconformismo ante los muchos indicios de casos de corrupción. Hay una molestia profunda contra el gobierno y el PT. 

Sin embargo, es claro que la presidenta no es la única culpable de esta situación. De hecho, Rousseff ha expulsado de su gobierno a más funcionarios que cualquier otra administración desde que se instauró la democracia en Brasil. 

Pero existe una sombra gigante que se cierne sobre el gobierno y le hace ver como un país cercano a la inestabilidad institucional.

Pero de otro lado están los aspectos notablemente positivos del país, que siguen entregando importantes resultados al plan trazado de hacer de Brasil una de las naciones más relevantes del Sur Global. 

Por razones de espacio no se pueden detallar tantos como se quisiera, pero algunos como el tema de los juegos Olímpicos de Río, el funcionamiento del Parque Tecnológico de la Universidad de Río de Janeiro, o el Impa, de donde es egresado el primer ganador de la medalla Fields en matemática de un país en vía de desarrollo, entre muchos más, debieran resaltarse para evidenciar así la gran paradoja que es Brasil hoy.

Los juegos Olímpicos del año 2016 se harán en Brasil (Río de Janeiro). A pesar de las críticas y comentarios malintencionados por parte de algunos medios de comunicación, el país sigue adelante preparándose para recibir a los 10.500 deportistas que albergará la cita orbital, provenientes de más de 200 naciones. Es la primera vez en la historia que América del Sur hará unos juegos de ese tipo. Río tendrá cuatro regiones específicas para el desarrollo de las competencias (Deodoro, Maracaná, Barra y Copacabana) y las obras, aunque con retrasos, siguen adelante para que todo esté listo en su justo momento. Igual que sucedió con el Mundial de Fútbol 2014, las sedes habrán de estar listas para el primer trimestre del año próximo, justo a tiempo.

El Parque Tecnológico de la Universidad de Río es otro de los aspectos que impresionan en Brasil. Empresas de todo tipo, laboratorios e investigadores que están cada vez yendo más al fondo de la investigación científica, le brindan no sólo a Brasil, sino a toda la América Latina, la posibilidad de avanzar en la maduración del conocimiento. 

Es realmente impresionante lo que se encuentra en este lugar. Más de 30 start-ups, multinacionales de la talla de Siemens e investigadores de todo el mundo. Así mismo impresiona la historia que hay detrás del Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada, un verdadero centro de alta calidad en la materia.

El contraste es evidente, la paradoja muestra dos semblantes contrarios de Brasil. Sin duda, es mucho lo que hay que conocer del país para situarse en la defensa de una de esas posturas.
 

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