Las nuevas polveras que exige el mercado

La nueva estación pide rostros soleados, un efecto buena cara que recrean los polvos autobronceadores; envasados en estuches de generoso tamaño, se aplican con brocha ancha en rostro, escote, cuello y hombros. Los iluminadores fijan el maquillaje, perfeccionan la textura de la superficie de la piel y aportan el brillo que ofrecen los cutis sanos. Más tradicionales, las cajitas de sombras de ojos con sus eficaces combinaciones de tonos que agrandan los ojos o las polveras con colorete, que recorren dos gamas: los corales y los rosas.

La novedad de la temporada es el contouring, técnica de maquillaje que consiste en redefinir los rasgos jugando con distintos tonos de rosas y beiges, que, convenientemente distribuidos, acentúan, por ejemplo, los pómulos, suavizan la nariz o redondean la barbilla. Resultan idóneas las nuevas polveras que mezclan los iluminadores y los bronceadores. “Los tonos más oscuros sirven para contornear, los más claros para potenciar y los más brillantes para iluminar”, explica Rebecca Restrepo, maquilladora de Elizabeth Arden.