Las firmas calificadoras tienen la palabra

El año económico comienza con unas reuniones cruciales entre el ministro de Hacienda y diferentes firmas calificadoras de riesgo, de las cuales depende la perspectiva en inversión que copian los inversionistas globales. Recordemos que Standard & Poor’s (S&P) tiene una nota de BBB+ con una perspectiva negativa; que Moody’s se mantiene en Baa2, con perspectiva estable y que Fitch Ratings la tiene en BBB+ con una perspectiva negativa.

La aprobación a empujones de la Reforma Tributaria dejó un sabor agridulce entre estas entidades, pues el Gobierno Nacional no logró que la iniciativa llegara a ser estructural, tal y como se le había prometido a los analistas internacionales. Nuevamente Colombia genera expectativas sobre un ajuste fiscal que no llegó a ser lo que en realidad se vendió y que se necesita de cara al posconflicto y a los retos que el panorama mundial plantea.

Estos aspectos serán los que tendrán en cuenta las firmas calificadoras quienes en sus más recientes informes han mantenido un discurso neutral, pero que llama la atención en el manejo fiscal del Gobierno. Con la reforma aprobada se espera recaudar este año $6,2 billones, pero el déficit de la Nación va más allá y se calcula en $30 billones a raíz de las pérdidas que dejó la caída del petróleo. 

Para los analistas del mercado, no estaría en juego el grado de inversión pues los movimientos de capital extranjero tanto en la bolsa de valores como en inversión directa no presentan malos resultados; lo que sí entraría a discusión es la perspectiva de la calificación. Cabe recordar que solo Standard & Poor’s la tiene en negativa y el temor está en que las otras dos firmas cambien de estable a una posición menos optimista.

La tarea del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ya está hecha y ahora se debe esperar el análisis que hagan las calificadoras, quienes además tendrán en cuenta que el acuerdo de paz está firmado y que los sectores económicos están diseñando los planes de productividad de cara al posconflicto.

Colombia está a la espera de que el escenario económico nacional mejore, pues la inflación tiene una tendencia a la baja, las tasas de interés serán ajustadas y las empresas mantienen sus planes de expansión. Frente al panorama internacional, que mantiene sus dudas pues no es claro qué pasará con la política en Estados Unidos, ni el rumbo que den los nuevos jefes de estado en Europa, por ahora, la expectativa es que la inversión extranjera se mantenga y que variables como el precio del petróleo y del dólar se puedan ajustar a unas nuevas condiciones del mercado. En este momento, solo queda esperar que la  tributaria sea suficiente.