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Formalización de la actividad, trámites más oportunos, un marco jurídico claro y cambios en el modelo de negocio serían los retos a superar para más de 29.000 productores pecuarios que se dedican a la cría de peces y camarones.
Los mencionados retos han sido identificados por el Programa de Transformación Productiva (PTP) que incluyó al sector acuícola el año pasado por sus oportunidades de crecimiento en los mercados interno y externo.
“Creemos en su enorme potencial para convertirse en una actividad competitiva que le aporte a la economía del país”, dijo la ministra de Comercio, Cecila Álvarez-Correa, al tiempo que resaltó la importancia de que los empresarios cuenten con un acompañamiento del Gobierno para “capitalizar nuevas ventajas comparativas”.
De hecho, el representante de la FAO en Colombia, Rafael Zavala, describió al sector como el gigante dormido de Colombia, dadas sus oportunidades de desarrollo y el potencial hídrico a su favor.
Según el documento ‘Hacia la sostenibilidad y competitividad de la acuicultura colombiana’, elaborado bajo la dirección del economista Hernando José Gómez, la camaronicultura pasó de ser un sector muy activo en los 80 a casi desaparecer, mientras la piscicultura, de mayor sostenibilidad, no ha mostrado mayores desarrollos en décadas.
También hace una crítica a los continuos cambios institucionales y en materia de regulación que en las últimas décadas han desincentivado la inversión en este renglón de la economía.
El gerente del PTP, César Peñaloza, recordó que para 2003, cuando la industria del camarón alcanzó su volumen más alto de producción, le aportó 0,61% al PIB agropecuario ($138.920 millones); para 2013 la participación cayó a 0,05% ($23.150 millones).
Por el contrario, la producción de peces, que se da en 15 de los 32 departamentos del país (concentrada 76,6% en Huila, Meta, Tolima, Antioquia y Valle del Cauca), le significa al PIB agropecuario 0,18% y cuenta con una capacidad de generación de empleo de 0,3 personas por cada tonelada producida al año.
Pero los esfuerzos del Programa no se concentran solo en las exportaciones, según Peñaloza también se fijaron la meta de llevar el consumo per cápita de 5,02 kilos al año a los promedios de la región de 18,2 kilos.
El reto ahora es identificar la forma en que se pueden superar los obstáculos para reactivar la actividad y aprovechar su potencial. Las recomendaciones del PTP giran en torno a una intervención sectorial para mejorar el sistema de cultivo y reducir costos de materias primas y servicios, como el de energía.
También se presentan propuestas de financiación a largo plazo en líneas específicas para la consolidación de parques de innovación tecnológica, a los que puedan acceder todos los productores sin importar su tamaño.
El plan de negocio consolidado se comenzará a socializar el próximo año con los actores de la cadena, quienes no solo revisarán las propuestas en políticas públicas sino las oportunidades concretas de comercialización y el camino para acceder a ellas.
La demanda mundial continúa siendo dinámica
El desarrollo de las cadenas de frío (tanto domésticas como internacionales) ha permitido que el comercio tenga fletes razonables por lo que ya no es tan lejano incluir este tipo de productos en la dieta de las personas en todo el mundo. Es por ello que el PTP ha argumentado que las oportunidades para Colombia son gigantescas, eso sin contar con el mercado interno que servirá de sostén a la industria siempre y cuando se logre incrementar el consumo con campañas. Sin embargo, alcanzar esas condiciones de mercado favorables también implica cumplir con una serie de requisitos en materia de bioseguridad. Para este punto en específico, el sector propone contribuciones e incentivos que abran caminos.
Las Opiniones
Rafael Zavala
Representante de la FAO en Colombia
“Este sector no solo ofrece una alternativa para producir proteína en un país donde millones de personas no tienen acceso a ella, además llega con grandes posibilidades de generar empleo”.
César Peñaloza
Gerente del Programa de Transformación Productiva (PTP)
“Hemos identificado que lo que necesita esta actividad para reactivarse es un cambio en su modelo de negocio de manera que se adapte más a las nuevas tecnologías”.
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