martes, 11 de abril de 2017
Haciendo manejo de sus derechos ante el tribunal, Lafrancol se adelantó en el proceso argumentando que la marca que pretendía ser registrada bajo el grupo 5 de la Clasificación Internacional de Niza, para identificar preparaciones farmacéuticas para el uso humano, no podía ser inscrita debido a que podría confundirse con su signo Yaxibelle.
Paralelamente a estas declaraciones por parte de la empresa opositora, Whesther Pharmaceutical sumó argumentos a la contienda para que no se le fuera negada la solicitud. De esta manera, mediante un recurso de apelación inscrito en los términos legales, reseñó que el signo que se pretendía registrar no coincidía con las marcas previamente inscritas bajo el grupo 5 de la Clasificación internacional de Niza.
“El funcionario administrativo omitió el hecho que la marca Yaxibelle base de la oposición consiste en “un signo débil”, teniendo en cuenta que la denominación “Belle”, es utilizada comúnmente por diferentes empresarios”, indicó el apoderado defensor de Whesther Pharmaceutical a lo que añadió: “en mi concepto el funcionario administrativo se equivocó al realizar la comparación entre las marcas Vaxibell y Yaxibelle”.
Ante este panorama, el superintendente delegado para la Propiedad Industrial, José Luis Londoño Fernández, aclaró que bajo la premisa de confundibilidad se realizaría un cotejó marcario de los aspectos gráficos, fonéticos y ortográficos.
Ya en segunda instancia, y tras realizar el respectivo estudio de las marcas, la Superindustria estableció que el signo solicitado incurría en causales de irregistrabilidad debido a que presentaba conexión con marcas de Lafrancol. De está manera, fue negada la solicitud.
Para Fernando Jiménez, director del centro de estudios Aequitas de la Universidad de la Sabana, “las diferencias entre ambos signos distintivos no tienen suficiente identidad para establecer una distinción que impida la confusión en el consumidor”.
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