La apuesta por subida de tasas de la Fed en junio

La semana que termina está marcada por un hecho llamativo para los seguidores fieles de la cotización del petróleo y del dólar. Por primera vez en muchos meses, se rompió el esquema que se hacía tradicional en el que mientras el crudo subía, el dólar bajaba y viceversa. Atravesamos una coyuntura en la que el petróleo WTI repunta y coquetea con los US$50, y cosa similar ocurre con el cambio del dólar en Colombia, pues en las últimas jornadas se ha estabilizado por encima de los $3.000, y también con tendencia al alza.

A esto se le puede sumar la noticia conocida ayer en la que se supo que “los miembros de la Reserva Federal considerarían apropiado un incremento de las tasas el mes que viene si los datos confirman el crecimiento económico, el mercado laboral continúa fuerte y la inflación va acercándose al objetivo de 2%”. Dicen las versiones de la prensa de las agencias especializadas y los diarios de la Red Iberoamericana de Periodismo Económico que “la Reserva Federal decidió mantener sin cambios los tipos de interés tras su reunión de abril. Aún persisten incertidumbres globales y, sobre todo, sus posibles consecuencias sobre la economía americana, factores que inclinaron la balanza a favor de la cautela y los tipos se mantuvieron en los niveles de entre 0,25% y 0,5% que se fijaron en diciembre, tras el primer alza de tipos en casi una década. Pese a todo, el tono del comunicado tras la reunión de abril mostró mayor optimismo respecto a los riesgos internacionales y continuó subrayando las señales de fortaleza en la economía estadounidense. Los detalles de aquella reunión, desvelados el lunes pasado, profundizan en el menor grado de preocupación que se respira en la Fed y anticipan una nueva subida de tipos a mediados de junio, cuando el organismo que preside Janet Yellen celebra un nuevo encuentro”.

Esa eventual subida de tasas de interés por parte de la Fed tendrá dos consecuencias inmediatas en el mercado colombiano. La primera, una estabilización en las tasas locales que han subido durante las últimas siete reuniones de la junta del Banco de la República, dejándolas en torno a 7%, y un aumento en el precio del dólar que tendrá un nuevo refugio en el mercado estadounidense. Así las cosas, el precio de los importados que ha afectado la inflación colombiana no cederá, pues el precio del dólar evidencia una tendencia al alza, tal como se ha registrado en las últimas jornadas, lo que obligará al Emisor a salir a vender moneda americana en el mercado local.

Lo malo de la situación es que si la Reserva Federal sube de nuevo las tasas en junio, aún habría margen para dos o tres subidas en lo que resta del año, lo que cuñaría el precio del dólar por encima de los niveles que estamos viendo durante la semana que termina. Es de Perogrullo, pero un dólar caro, por encima del techo psicológico de los $3.000 es bueno para los exportadores, pero muy malo para los importadores de alimentos.