Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

sábado, 19 de diciembre de 2015

Isabelita, cuando yo tenía tu edad en todos los ríos y quebradas nos podíamos bañar y pescar,  a las orillas de estas fuentes de agua nacían y crecían árboles lindos y frondosos.  Hoy en día los niveles del agua han bajado de manera incontrolada y muchas de las quebradas solo tienen huellas por donde antes pasaba el agua.  Los ríos al igual que las quebradas han bajado su nivel y todo esto nos ha llevado a un estado de zozobra pues para el futuro, no tenemos garantía de este precioso líquido, el agua.

Los campos donde antes sembrábamos y manteníamos nuestro ganado, hoy en día no se tiene certeza que se desarrollen como antes lo hacían.

Los cultivos también están sufriendo las consecuencias de haber arrasado con nuestros bosques.   Unos para vivir de la venta de la madera, otros para explotar el oro, el petróleo, las areneras  y los fabricantes del maldito oro de la coca.

Isabelita interrumpe a su padre y le dice: papi será que no hay solución a esta difícil situación?...claro que sí Isabelita, en el caso del petróleo cuando se termina la explotación y se retiran los tubos por donde se extrajo el precioso líquido del petróleo, se debe realizar un tratamiento de tal manera que ese hueco no quede sometido a los derrumbes sino por el contrario se les de firmeza para que las capas conserven su estructura y no causen daños.

En el caso del oro, la explotación puede ser controlada con costos adicionales y así evitar ese daño que hoy causan a la tierra,  que para volver a su estado original necesita de hasta un siglo de privación a la gente de terrenos ricos para los cultivos.

La tala de los bosques para los mercaderes de la madera, es al estado al que le corresponde velar para que no se siga por el camino de la destrucción de nuestra naturaleza, controlar las explotaciones y las vías por donde pasan descaradamente; estos árboles son indispensables para el equilibrio ambiental.

Lo que está ocurriendo con las areneras también tiene solución y se trata de exigir a quienes atropellan la naturaleza que mediante la resiembra de árboles volvamos sino totalmente a disfrutar de una tierra fértil.

La explotación de la coca, Isabelita, el peor mal que ha llegado a nuestro país, ha sido tema explotado en el cine, la radio y la televisión en forma permanente y además causa de múltiples asesinatos y siembra del terror en nuestras regiones. Debemos reclamar al resto del mundo el hacer una causa común y no dejar en manos de unos pocos países,  los más pobres, la responsabilidad de velar por la libre explotación y mercadeo de este mal.

Como ves Isabelita, todo en la vida tiene solución siempre y cuando tomemos conciencia de nuestras responsabilidades como ciudadanos del mundo y como colombianos y, que erradiquemos el pensamiento cortoplacista para hacer posible que niños como tú, tengan un futuro digno y una naturaleza amable.

Lamentablemente, los niños en nuestro País no tienen los defensores que necesitan y  por el contrario, son los mayores quienes están tomando decisiones para acabar con la Colombia que ustedes quieren y merecen.

Esta es la oportunidad para que quienes tienen en sus manos, por las vías de hecho y de derecho, los medios necesarios para parar esta loca carrera  tomen conciencia de una vez por todas de la gravedad de esta situación y aunque tardíamente se corrijan los errores del pasado.

Isabelita, recuerdas lo que nos decían los abuelitos, que “el problema no es de flechas sino de indios”.