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Analistas 26/01/2017

Insatisfacción con Peñalosa

Sergio Mutis Caballero
Presidente Grupo Valor
La República Más
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Para el caso de Bogotá, la insatisfacción popular con la gestión de los últimos alcaldes, ha sido mayúscula. Moreno fue destituido por corrupto, habiendo generado gran frustración; el populista Petro, también destituido, éste por falta de planeación en su gestión y reintegrado. Destituciones que tuvieron origen en las autoridades de control. Hubo limbo de desgobierno.

Por otra parte, la insatisfacción con el actual Alcalde es notoria, a quien le iniciaron recolección de firmas para su revocatoria, por razones diametralmente diferentes. El grado de aceptación de Peñalosa, por debajo de 25%, no se compadece con su gestión, cuyo lineamiento principal ha sido planear lo mejor para la ciudad, pensando en el largo plazo y en el futuro de la región.  El Alcalde ha dado peleas innecesarias que lo han distraído y distanciado de la ciudadanía. 

La herramienta de solicitar revocatoria es parte del juego democrático que nuestro marco legal establece, como una sanción ciudadana a los mandatarios que incurran en faltas, tales como incumplir la constitución o la ley, obtener indebido provecho económico de su cargo u obstaculizar investigaciones de las autoridades; situaciones en las que no se vislumbra haya incurrido Peñalosa.

Ahora bien, la baja aceptación de la ciudadanía en este momento, está siendo aprovechada por enemigos políticos, por grupos minoritarios afines a las administraciones anteriores, por ciudadanos desinformados que no entienden el necesario reacomodo que se tenía que efectuar consecuencia de este abrupto cambio de administración.

Es evidente que las obras prometidas en campaña no se ven con la celeridad y envergadura que quisiéramos y la comunicación del Alcalde en ocasiones no es acertada. Peñalosa y parte de su equipo han logrado una gestión silenciosa que apunta a mejorar la competitividad de la ciudad región y la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, los bogotanos, incluidos parte de quienes depositaron el voto por Peñalosa, hoy sin estar en su contra, tienen perdido el entusiasmo por su administración.

Para tener aceptación, hay que ser capaz de ejecutar tareas de corto plazo y paralelamente planear las grandes mejoras y transformaciones del largo plazo, con resultados medibles de manera permanente. Hay que entusiasmar a los gobernados, hay que ser eficaz resolviendo problemas visibles, en lo que es experto Alejandro Char, Alcalde de Barranquilla, con aceptación de más de 90%.

La planeación de Bogotá ha avanzado de manera seria, para ordenar y potenciar el desarrollo de la ciudad región; no obstante el gobierno local haber hecho un gran trabajo técnico, como la ciudadanía aún no cuenta con este nuevo POT, parte de ella percibe que este primer año se perdió. Lo mismo se podría pensar con la demora en la incorporación en su Plan, de importantes obras a través de APPs, como la ampliación de los accesos viales, con gran influencia en la movilidad, que sigue atorada.

La ejecución del Plan de Desarrollo, comienza a dar resultados. La iniciación de procesos licitatorios que están en curso, el inicio de la construcción de 30 colegios, la reconstrucción de 32 más, así como la inversión en la construcción y recuperación de hospitales, parques y algunas vías, son una prueba del camino recorrido.

Los logros anteriores y el evidente avance en seguridad, son indicadores que deberían contrarrestar cualquier intento de revocatoria, lo que distrae la labor de la administración Peñalosa, que comienza a dar frutos.

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