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Con una inversión que ronda los $600 millones, Smartnet se convirtió en la primera empresa que abre las puertas del mercado doméstico de la Región Caribe a la impresión en tercera dimensión (3D), un formato hasta ahora reservado para el sector industrial.
La estrategia comenzó con la importación en julio de 30 impresoras Witbox, fabricadas por la firma española BQ Readers. Las máquinas llegaron al país en barco, al Puerto de Cartagena, y tras los papeleos legales se comercializan desde agosto en las cuatro tiendas de tecnología avanzada, Technosmart, que la firma abrió en el área metropolitana de Barranquilla.
Luis Carlos Aguilar Medina, director comercial de Smartnet, explicó que la apuesta es difundir la utilidad de la tecnología 3D en el segmento doméstico. “Las empresas fabricantes están centradas en crear la necesidad en los hogares, pero los usos ya se ven en áreas como el sector automotriz, para generar prototipos; en construcción, para elaborar maquetas; en arte y joyería, y en moda ya se hacen vestimentas”.
Smartnet SAS surgió en 2007, al separarse de Saludnet. Ambas integran el Grupo Empresarial Campbell, que tiene negocios en el sector gastronómico, además de salud y tecnología. Su primer gran producto fue su marca propia de cámaras de seguridad, Witness, que distribuye desde 2012 en los siete departamentos de la Costa. Para ello, tienen proveedores en China y Bogotá.
Pero su gran éxito, sin duda, ha sido la impresión 3D a la que conocieron en agosto del año pasado, durante una ronda de negocios a la que Aguilar y el grupo de investigación de Smartnet asistieron en Detroit (EE.UU). “Conocimos unas impresoras, pero no nos quedo claro el funcionamiento. Nos quedó la duda y empezamos a investigar”.
En enero pasado, el proyecto lo obsesionó al visitar la feria CES (Consumer Electronic Show) en Las Vegas, donde conocieron más de cerca la industria 3D, pero todavía no tenían claro cómo comenzar el proyecto empresarial. “El punto clave fue en febrero, en el 3D Printshow, en Nueva York”, asegura Aguilar.
En el 3D Printshow fue donde Smartnet estableció el contacto con su par española, BQ Readers, del que ya son los únicos representantes autorizados en Colombia para ofrecer servicios adicionales. El vínculo que tienen fue, de hecho, la mejor manera de irrumpir en el segmento tecnológico colombiano: ninguno de los otros proveedores que conocieron en Nueva York ofrecía servicio técnico local, conocimiento ni educación sobre el uso de la impresión 3D. “Cuando conocimos a BQ, nos inspiraron mucho porque primero exigen un curso de formación”.
¿Cómo funciona?
Las primeras máquinas importadas fueron las ibéricas Witbox, de uso doméstico, y la X660, de la estadounidense 3D Systems, para el segmento industrial.
Las primeras son las únicas en el mundo selladas herméticamente, una ventaja para climas calientes por el polvo y la humedad. Las Witbox, con un tamaño parecido a un microondas mediano, cuestan $3,9 millones. Imprimen a un solo color y tardan hasta 10 horas en generar piezas de 20 centímetros, con un grosor como el de una hoja de bloc carta. La impresión de las piezas es en polímero (similar al plástico) y utiliza tintes no tóxicos para la salud.
“Los diseños se idean con un software en el que se crea el modelo 3D, que luego pasa a la impresora con un programa en el que se le da formato para que la máquina comience la impresión”, explicó Aguilar.
De las X660, Smartnet trajo dos para uso propio y prestar servicios industriales en sectores como salud, manufactura, confección, construcción y gastronomía. El valor de una máquina es $150 millones, mide un metro de largo con 1,45 de ancho e imprime a todo color en resina (textura parecida a la del yeso).
“La impresión 3D personaliza la elección del consumidor, porque pasaremos de decir ‘cómprame’ a ‘hazme”, asegura Aguilar, quien adelantó que cerrarán 2014 con la importación de otras 170 impresoras, ante la alta demanda en el mercado local.
Traerán más marcas y abrirán un instituto 3D
Con las próximas importaciones, Smartnet comercializará otras marcas de impresoras 3D: Prusa 13, de los mismos españoles BQ Readers y un valor de $1,5 millones ; UP, de China, que oscila entre $1,2 y $2,2 millones; y Beever Creative, de Portugal, con un precio comercial de $3,9 millones. Además, planea abrir otras tres tiendas Technosmart en Barranquilla y una más en el municipio de Puerto Colombia (Atlántico). Otro de sus proyectos será la apertura del Instituto Creadores 3D, en la misma ciudad, para que sus clientes no solo adquieran la tecnología, sino también el conocimiento para usarla.
La opinión
Mario Martínez Marcos
Director de la Unidad de Negocio 3D de BQ
“La tecnología 3D devuelve al ser humano aquello que diferenciaba al Homo Sapiens de sus antecesores, y es poder crear herramientas con sus manos”.
El precio para este trayecto va desde los $132.500, así dinamizando el mercado hacia la Isla, con la llegada de nuevas aerolíneas
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