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EDITORIAL

Gorgona y Buenaventura, descuido total

lunes, 24 de noviembre de 2014
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El Gobierno habla mucho de la alianza del Pacífico y la conexión con Asia, pero en esa región el Estado no existe. 

La gente de centros urbanos como Bogotá, Medellín, Cali o Barranquilla se pregunta por qué el conflicto armado no cesa en el suroccidente colombiano y ni las mismas autoridades nacionales encuentran las respuestas adecuadas para tal cuestionamiento. Nos atrevemos a dar una sola: el desgobierno nacional, regional y municipal en uno de los cuatro departamentos que componen el litoral Pacífico. Aunque el lector no lo crea es la única región políticamente establecida -léase Departamento del Cauca- que no tiene salida al mar, a pesar de contar con una amplia costa comprendida por los municipios de López de Micay, Timbiquí y Guapi. El descuido es total; cómo puede entenderse que ya en el quinto lustro del siglo XXI, el Ministerio de Transporte no haya logrado unir por tierra a Guapi con Popayán su capital. Es inconcebible que un habitante de ese remoto municipio tenga que viajar 10 horas en lancha y tres por carretera para poder realizar una vuelta oficial en Popayán.

La publicitaria toma de la Isla Gorgona por parte de las Farc (con asesinato de un oficial de la Policía de por medio) es un campanazo de alerta al Gobierno Nacional y a la Gobernación del Cauca, para que dejen de hablar y hagan más por el atrasado Pacífico colombiano. Pero, qué puede esperar Guapi con su isla corregimiento de nueve kilómetros de largo por tres de ancho, que es Gorgona, si la gran ciudad del litoral (Buenaventura) no ha podido ser conectada por una buena autopista con el interior del país. Gorgona y Buenaventura son dos muestras de la desidia de todos los gobiernos para con el Pacífico. Sea esta la oportunidad para recordar que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo no hace otra cosa que hablar del Pacífico, pero lo hace desde pomposos foros internacionales, en Bogotá o en Cartagena. Nada de Cali, nada de Buenaventura y mucho menos de Popayán, que es otra capital de ese litoral, pero que no tiene carrera con su costa.

No hay vía en el mapa político o geográfico que una legalmente al Pacífico caucano con el interior de los departamentos de Huila o Caquetá, pero hay docenas de caminos reales y ahora trochas de narcotraficantes, que son utilizados como corredor estratégico que une a los municipios afectados por la guerrilla en el oriente caucano, con los cultivos de marihuana y coca del suroccidente, y de paso por allí mismo entran todos los pertrechos que mantienen vivo el conflicto armado. El Gobierno Nacional no puede seguir hablando de Alianza del Pacífico, de ingresar al Foro de Cooperación Económica, Apec, si los grupos ilegales siguen controlando el litoral. Gran parte de la inversión social que se ha prometido para el posconflicto tiene que concentrarse en el suroccidente colombiano cuyo eje, sin lugar a dudas, debe ser el litoral Pacífico.

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